CAPITULO 10

Capítulo 10 — Aventuras y descubrimientos

Marzo de 2023

La rutina ya no era aburrida; estaba llena de pequeñas aventuras que hacían que cada día juntos fuera especial.
Esa semana habíamos decidido hacer algo diferente: un viaje de fin de semana a la playa. Solo nosotros dos, sin distracciones, sin compromisos, solo el sonido de las olas y el viento mezclado con nuestras risas.

—No puedo creer que por fin estemos aquí —dije, apoyándome en su hombro mientras caminábamos por la arena—. Esto se siente como un sueño.

—Es real —respondió él, tomando mi mano—. Y quiero que lo disfrutemos cada segundo.

Nos lanzamos al agua, mojándonos y riendo como si fuéramos niños. Las olas golpeaban nuestros pies, nos hacíamos carreras improvisadas y nos empapábamos de sol y sal. Cada momento era una mezcla de emoción y alegría pura.

Por la noche, mientras el cielo se teñía de naranja y violeta, nos sentamos sobre la arena con nuestras mantas, compartiendo una pequeña cena que habíamos comprado en un local cercano. Hablamos de todo: de planes futuros, de sueños personales, de los miedos que nunca habíamos compartido.

—Nunca pensé que algo así pudiera ser tan perfecto —dijo Adam, mirándome a los ojos—. Después de todo lo que pasó, estar aquí contigo me hace sentir que todo valió la pena.

Sentí un nudo en la garganta.
—Yo también —susurré—. Me hace feliz estar contigo.

Pero no todo era solo risas y felicidad. También descubrimos nuevas facetas de nuestra relación. Tuvimos pequeñas discusiones, como elegir qué hacer o hacia dónde ir, pero incluso en esos momentos aprendimos a escucharnos, a ceder, a encontrar soluciones juntos. Cada reto era una oportunidad para fortalecer lo que ya teníamos.

Volviendo a casa, nos detuvimos a comprar helado. Mientras caminábamos de regreso, me di cuenta de algo importante: el amor no solo se vive en los grandes momentos, sino en cada instante compartido, en cada gesto de cuidado, en cada sonrisa que nace de la complicidad.

Esa noche, recostada junto a él, pensé en cómo habíamos llegado hasta allí: después de meses de distancia, silencios y dudas, finalmente estábamos construyendo nuestra historia juntos. Y por primera vez, supe que esta vez no habría despedidas, solo nuevos comienzos.