Cuando Llegaste Tu

CAPITULO 21

Capítulo 21 — Recuperarse y decidir

Septiembre final del 2023

Salir del hospital fue un alivio, pero también el inicio de nuevos retos.
Mi cuerpo aún estaba débil, y mi corazón aún dolía por la ausencia de Adam. Sus mensajes seguían llegando, intercalados con frases de preocupación y nostalgia, pero ahora había una distancia emocional que no podía ignorar.

—Ayleen, ¿cómo estás? —decía uno de sus mensajes—. Me siento tan mal por no estar contigo…

Leí cada palabra y sentí un torbellino de emociones: amor, rabia, miedo y confusión.
Mi mamá estaba a mi lado, como siempre, y su sola presencia me recordaba algo importante: yo y mi bebé éramos la prioridad.

—No tienes que contestarle si no quieres —me dijo ella, con esa firmeza que siempre calmaba mis dudas—. Pero si lo haces, hazlo con claridad, sin miedo.

Decidí responderle. No con reproches, no con rencor, sino con sinceridad:
—Gracias por preocuparte, Adam. Pero ahora mi foco es el bebé y yo. Necesito que entiendas eso antes de intentar cualquier otra cosa.

Sus palabras tardaron en llegar, y cuando lo hicieron, fueron un eco de lo que había perdido y de lo que aún podía cambiar:
—Lo entiendo… no quiero presionarte. Solo quiero saber que estás bien.

Eso bastó para que mi corazón dejara de temblar un poco. No necesitaba más.
Me concentré en recuperarme, en volver a sentirme fuerte y capaz, y en disfrutar cada pequeño movimiento del bebé dentro de mí.

Mi mamá se convirtió en mi compañera de todos los días. Cada tarde revisábamos mi alimentación, preparábamos ropa, decorábamos la habitación y hablábamos de los planes para el futuro. Su apoyo era incondicional y constante.
—Ves, hija —me decía—. Podemos hacerlo solas. Tú y yo, juntas, y todo va a estar bien.

Con cada día que pasaba, mi miedo se transformaba en fuerza. Comprendí que aunque Adam seguía presente en mis pensamientos, no necesitaba que él estuviera para ser feliz y sentirme completa.

Y así, mientras acariciaba mi vientre y escuchaba los latidos del bebé, sonreí.
—Mamá, lo lograremos. Todo estará bien —susurré, sintiendo que, por primera vez en mucho tiempo, tenía el control de mi vida y de mi felicidad.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.