"Cuando Los Àngeles Lloran Estrellas"

CAP 12: "DÌA DE LOS ENAMORADOS, CARNAVAL, FESTEJOS, BESOS Y UN GENIAL CONCIERTO DE LADY GAGA"

Hoy es el dìa de los enamorados. Y el señor Waves y yo, hemos planeado un dìa maravilloso para Sonnia y yo.

Esa mañana nos despertamos más temprano de lo habitual, y, tras acicalarnos y vestirnos, nos levantamos de un brinco de la cama. ¡Todos!, todos a excepción de la dormilona de mi muñequita, quien seguía adormecida aún y roncaba como un hipopótamo. A todo esto, el señor Waves se había enterado de que había festejos y carnaval en Río de Janeiro, y decidió que sería un gran lugar para que Sonnia y yo, gozáramos de un fabuloso: "Día de los Enamorados", y me informó hacía unos pocos minutos que ya había sacado los pasajes y partiríamos a las 14 p.m del horario local. Por otro lado, husmeando en el computador del señor Waves, hallé la página oficial de una megaconocida cantante y, con los magros ahorros que junté trabajando a tiempo parcial en una de las cadenas de cafeterías del papá de Sonnia, logré conseguir dos entradas por TicketStar. ¡Eran las últimas dos entradas! ¡Sí...! ¡¡¡Iríamos a ver un concierto de Lady Gaga en Río de Janeiro!!! ¡Yoohoo!

Eso, entre otras varias sorpresas más que les revelaré más tarde. "Me moría de ganas de ver la expresión en su cara". A todo esto, me encontraba yo en el comedor... cocinando una lasaña. Un cocinero guía, me indicó paso a paso cómo hacer para que saliera verdaderamente deliciosa. A todo esto, eran las 12.30 hs y mi pastelito de fresa aún no se despertaba...

Pasó un largo rato, hasta que vi a la distancia unos piecitos difusos perderse tras una puerta metálica. ¡Era ella!

¡¡¡Mi amada rubiecita!!! Se duchó, acicaló y vistió con rapidez.

__ ¿Y León?

__ ¿Dónde rayos se metió ese canalla?__ bramó algo furiosa, mientras bebía un trago de jugo de mango y mordisqueaba una porción de tarta de papaya.

__ ¿Acaso se olvidó que hoy es nuestro: Día de Los Enamorados....? ¡Cuernos! ¡De veras que estoy molesta! ¡Qué desconsiderado!

En ese preciso instante, un sujeto de cabellos rizados, boina de cocinero y delantal de cocinero salía del cuarto de cocineros con un platillo metálico en donde se hallaba el suculento manjar que el joven, había preparado con enorme dedicación para su amada.

__ ¡¡¡León!!!__ exclamó mi terroncito de azúcar, mientras sembraba la sutil semilla de una estrella entre el ardiente paraíso de nuestros labios. Nos besamos con pasión... y luego, la invité a coger asiento y a saborear la comida que le había preparado.

"Ese día era realmente especial". ¡¡Cumplíamos tres años de enamorados!! ¡El tiempo se nos pasó volando!

Acto seguido, destapè con cuidado la tapa que contenía la comida y Sonnia añadió:

__ "Sírveme una porción generosa, por favor"__ exclamó mi rubiecita como en un suspiro de estrellas...

__ ¡Uhhh! ¡Huele realmente bien! "Debe de estar deliciosa..."__ exclamó mi turroncito de miel mientras me guiñaba un ojo, clavàndome esas dos gotitas de cielo que solían cortarme la respiración y dejarme estúpido de amor. En efecto, fea no hubo de estar dicha lasaña, ya que mi amada Sonnia se engulló seis platos seguidos. Eso era algo que siempre me dejaba confundido... ¿cómo rayos hacía para comer como un elefante y no engordar? ¿Genética? No estoy tan seguro. Ya que según anécdotas del papá de Sonnia, su esposa: Indiana, era una mujer que sufría de un grado severo de obesidad y que según cree el Sr. Waves, fue precisamente esa al causa, por la que murió de un súbito ataque al corazón hace ya varios años. Pero no estoy tan seguro de eso. Por otro lado, en lo que respecta al papá de mi amorcito... su antaño espectacular figura, dejaba asomar a sus casi cincuenta años unos rollitos los cuales, a pesar de estar allí no lo molestaban demasiado, ya que a pesar de tenerlos, seguía conservando una silueta muy juvenil y cuidada, producto de sus numerosos años de entrenamiento y vida sana.

En fin. Supongo que Sonnia salió de la cruza de una piñata y un fideo escurrido. ¡Ja, ja, ja! El solo pensar en esa idea me hacía pillar a carcajadas. Y, a renglón seguido, tras beber unos vasitos de Coca Cola para bajar tanta pasta, procedimos a devorar el postre. En esta oportunidad, le preparé a Sonnia: Un  Fortress Stilt Fisherman Indulgence. Una delicia basada en una casatta italiana con toques de champaña, oro comestible y crema irlandesa. La cual se acostumbra servir con granadas y mangos, y complementada con una escultura a base de chocolate bajo la forma de un pescador, caracterizando la actividad pesquera de esa zona. Y, tras descansar un poco y aguardar a que nos bajara la comida, partimos con destino a una sala con aislación acústica, donde mi alfajorcito de arándano, practicaba con sus instrumentos y se dedicaba a componer canciones. Tenía una cantidad enorme de instrumentos y sofisticados equipos de grabación. Y, entre otras cosas, me dio una notición. El Sr. Waves estaba haciendo contactos de valor para lanzar en breve su disco musical debut, el cual ya tenía título: "Explosión de Estrellas"__ me comentó luego mi muñequita. Y acto seguido cantó una breve grabación de no más de un minuto. La canción era preciosa y versaba sobre la vez que nos conocimos y enamoramos a primera vista. ¡Wow!




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