En mi cabeza solo pensaba, “que agradable chica”.
- ¿Entonces la siguiente semana?
- Claro, no te preocupes yo paso por ti.
- Vale!!
- Ok, nos vemos.
Bajé del taxi dándole a Kate el dinero para pagar la mitad del taxi, no tenía mucho así que le di casi todo, la siguiente semana tenia clases en mi instituto y tenía que cobrar algunos encargos que hice antes de viajar a Alemania.
- Hi there!! How was Your trip? – Ayla me había mandado un mensaje, recién lo había leído.
- Hi…!!!, good, it wasn’t so bad
- ¿Ya llegaste a casa?
- Aún no, pero no falta mucho, solo caminar un poco.
- ¿Puedo llamarte cuando llegues a tu casa? Aún es temprano por aquí.
- Claro que sí!
No le había avisado que había llegado a Perú, pero pude ver que de verdad estaba interesada en que esta relación siguiera adelante. Como es de costumbre llegue a mi casa, y mi hermana estaba haciendo algunos planos con sus amigas en la sala.
- Chacha!! Llegaste!!, ¿cómo te fue?
- Te mandé un mensaje ayer diciendo que, si me podías recoger del aeropuerto, ¿no lo leíste?
- La verdad estuve ocupada, sorry Chacha
- Ah, no importa ya estoy acá, hola Paola - Desde el fondo la amiga de Ale estaba descansando y solo me levantó la mano.
Alejandra era una estudiante muy empeñosa en sus cursos y siempre está ocupada por la misma razón, muy perfeccionista. Ella me había puesto el nombre de “Chacha”, cuando de pequeños ella no podía pronunciar muy bien mi nombre, y bueno desde allí me quedé con ese nombre. Ambos llevábamos nuestras vidas juntos y separados por el trabajo o el estudio.
Nuestra casa no era muy grande, pero lo suficiente para poder estar cómodos los dos, 2 baños, 1 cocina, una sala y dos dormitorios, la verdad me gustaba vivir allí. Cuando entré a mi cuarto para desempacar me di cuenta que mis cosas estaba con polvo, Ale no era muy limpiadora, si ella ganara suficiente dinero contrataría a alguien que limpie la casa.
- Te traje un pequeño recuerdo, una linda campanita que me pareció bonita.
- Gracias Chacha, pedí comida por delivery, no debe tardar en llegar.
- Vaya, gracias, ahora ya sé porque estas gordita.
- Ja ja, muy chistoso Chacha.
- Sorry, pero si estas un poco más gorda que hace 2 meses.
- Sí lo sé, sabes que no sé cocinar muy bien, traté la primera semana, pero después me desanimé.
- Bueno no hay problema, ¿algún tío llamo?
- Sí, dijeron que harían una cena en casa.
- Bueno la verdad si me gustaría verlos, tal vez después de dos meses ya me tomen un poco más en cuenta.
- Yo si te extrañé Chacha.
- Gracias Ale, ¿Vas a salir?
- No creo, estaré haciendo esto y me iré a dormir, Paola se quedará a dormir esta noche, aún no terminamos. Y la presentación es en dos días.
- Ok
Sentía mucho sueño, y la verdad quería dormir, el viaje no había sido placentero.
- Hi, I’m now at home.
- Ok, so I call You ok? :)
No podía decirle que no, quería escucharla de nuevo y si por lo menos así podía estar en contacto con ella, después podía dormir tranquilo. Después de una larga conversación, ambos yo estaba a punto de dormir y ella a punto de salir para trabajar. Pero al parecer mis ganas de dormir no eran suficientes.
- Hola!! Sé que es tarde, pero la verdad no tengo nada que hacer. Al final bajaste del taxi y no me dijiste si querías comer algo o solo conversar un rato. – Era Kate esta vez, pero al parecer ella no estaba muy cansada.
- Hola Kate, bueno la verdad salir a comer sería mejor, bueno el viaje no me ha favorecido mucho, ¿podemos hablar mañana por favor?
- Vale vale, pero recuerda que te falta responder eh.
- Ok, gracias.
En ese momento solo pensaba en las cosas que haría mañana, pero todo lo que hacía pronto se convertiría en nada bueno.
A la mañana siguiente me levanté tarde, y si bien no tenía nada que hacer aparte de ver mi celular en busca de algún video bueno, quería salir a caminar cerca de casa. Al salir de mi cuarto, vi a Ale descansando en el sillón junto a su amiga, se habían desvelado toda la noche en ese proyecto. Cuando de repente veo que su celular vibraba en la mesa, al parecer alguien la estaba llamando, solo alcancé a ver el nombre de Antonio.