Hice un gesto de confusión, pero ella seguía utilizando la misma mirada. Mi mente no lo terminaba de procesar, pero es que tenía razón en muchos sentidos.
- Acompáñame, hoy habrá una fiesta en mi casa, y sería bueno que conozcas.
- La verdad es que no creo que sea buena idea.
- Tranquilo, no pasará nada, habrá varias personas en mi casa.
- Pero me acabas de decir…
- ¿En serio? O ¿acaso tienes algo más importante que hacer?
- Debo volver temprano a casa, si pasa algo raro yo me iré.
- Vale, pero veras que te divertirás.
Tenía un mal presentimiento, pero la verdad no había salido en meses, no salgo mucho a fiestas. Recordé en ese momento que mi celular estaba con baja batería, y no sabía si duraría hasta después de esa reunión con sus amigos.
Cuando llegamos, las luces estaban apagadas y no había nadie, así que me detuve de manera brusca a lo cual ella volteó a verme con un gesto de molestia.
- En serio van a venir, les dije que vinieran a las 9.
- ¿Y eso recién me lo dices?, son las 6:30pm
- Pero ¿puedes esperar un rato?, te juro que, si van a venir mis amigos, si quieres te sirvo algo.
- Solo un poco de agua, no quiero algún trago por ahora.
- Vaya sí que estas raro.
- Me acabas de insinuar hace unos 20 minutos, la verdad no sé como ponerme después de eso.
- ¿Pero de que te preocupas?, solo disfruta – Vaya al parecer ya estaba muy lejos de donde comencé.
- No es tan fácil como parece – Ella me trajo un vaso de agua y se sentó a mi costado – Ya te dije que tengo novia.
- Pero es diferente ahora, la distancia no es buena en una relación, al principio puede ser, pero creo que mejor te vas olvidando de eso. – Ella se recostó en mi hombro sujetando una copa de vino.
- ¿Vino?, eso sí es interesante.
- Bueno la verdad es que no mucho, mi familia antes era dueña de un viñedo por allá en España, y habitualmente tomo vino todos los días. – Para variar a mí me gustaban los vinos. – Si quieres prueba, después me dices tú veredicto.
- Desde aquí se siente muy aromático, claro que me agradaría un poc…
Aquí vamos de nuevo, al parecer algo tengo en la cabeza, o no sé, en mi cara, o en mi forma de hablar. No quería ir a su casa por esa misma razón, porque tal vez ella piensa que no soy sincero conmigo mismo, no lo sé. Pero de algo si estoy seguro, ese beso no debió ocurrir.
- Kate, no… en serio no puedo.
- Tus labios y respiración dicen lo contrario. – Sentía que mis labios se movían por sí solos, mi respiración estaba acelerada y mi corazón no se detenía. Estoy seguro de que algo en sus labios me hizo continuar. Pero recobré la conciencia luego de dos segundos, debía separarme y simplemente salir de allí.
- Lo lamento, pero me voy.
- Alto no puedes decir que no te gustó.
- Sí, me gustó, pero esto está mal. – Ya había caminado unos metros y estaba a punto de salir, cuando ella me agarro del hombro y me puso contra la pared.
- Escucha, no fue mi intención espantarte…
- Vaya, créeme que no fue así. – La miré sarcásticamente y solo me di media vuelta.
- No te vayas aún. Por favor no quiero quedar así de mal contigo. La verdad es que me gustas mucho.
- Kate ya hablamos de esto, es imposible para mí. Sonaré estúpido, pero yo si quiero ser fiel a mi novia.
- Pero si tanto presumes de ella, ¿Por qué no está contigo?, ¿Crees que la distancia entre tú y ella es algo que afrontan las verdaderas parejas?, dime, ¿Cuántas relaciones a distancia has tenido?
Esa pregunta me hizo estremecer, jamás había tenido una relación a distancia, ni siquiera sabía cómo hacer para no perder a Ayla, pues no confiaba ni en mi después de lo que había pasado.
- Es mi primera relación a distancia, pero es diferente, puedo asegurar eso. – No volteé a verla, pero sabía que hacía bien.
- Ya sabes que me gustas, no puedo dar un paso atrás después de haberte confesado eso. Pero por lo menos quiero que me conozcas, así como yo quiero conocerte.