Cuando mas te esperaba

Capitulo 11: Valentía del Corazón

- ¿Chacha?, ya es tarde, ¿Te sientes bien?

- ¿Qué hora es?

- Son casi las 11 de la mañana…

- ¿¿¿Qué??? ¡¡¡Debería estar en clases ahorita!!!

- Lo sé, por eso vine a despertarte, estas sudando mucho, ¿Seguro que estas bien?

- No siento nada raro, pero al parecer si me siento un poco cansado aún, debo ir a mis clases.

- ¿Quieres que te lleve?

- Gracias.

Había pasado solo unos minutos desde que desperté y bajamos a que Ale me llevara a mis clases, estudiaba cerca, pero a veces había demasiada congestión vehicular, así que tomamos una vía rápida. Llegamos en solo 20 min y ella se despidió dejándome en la puerta del instituto, antes de bajar le dije que quería hablar con ella en la noche.

Llegué al salón de clases y pude ver a mis antiguos compañeros de clase que estaban en sus asientos. La verdad era cosa de cada día estar aburrido, cada vez que pasaba de ciclo sentía que me aburría cada vez más y más, pero debía esforzarme, ya era mi último año de carrera.

- Hey!! Ya se te extrañaba amigo. – Michel siempre con su peinado muy a la moda y su ropa de marca, no nos habíamos hecho amigos, pero si conversábamos más que con el resto.

- ¿Qué tal?, veo que ahora estrenas corte de cabello.

- Te gusta, ¿verdad? Ya te dije que en tu cabeza también podría estar este corte.

- Haha, no gracias, yo me quedo con mi cabello tal y como está. – No me gustaban los cortes de cabello y por lo usual llevaba cabello un poco largo, tampoco era rockero.

- Mira pues, pensé que tu viaje te haría ver otros paraísos u otros estilos, pero con una persona como tú, no se puede hacer mucho.

- Lo que tú digas.

Siempre he mantenido alguna comunicación con mis compañeros de clase, pero jamás los he considerado amigos, pues ellos no conocían nada de mi, aparte que estudio y me gusta la música.

Después de unos minutos el profesor salió del salón y pude pararme para ir a comprar un poco de agua, estaba muy sediento y tampoco había tomado desayuno. Me paré y me acerqué a la puerta y de repente me encuentro con una compañera “especial”, Ariana, ella era la cerecita que todo varón en el salón quería tener, era hermosa y cabeza hueca, no entendía que de bueno sería eso.

- Así que por fin regresa el viajero.

- Hola Ariana.

- Pero ¿Por qué no me saludas como debes? Debería darte vergüenza hacer esperar a una mujer tanto tiempo.

- No creo que haya sido el único que ha estado esperando. He escuchado que alguien ya tiene mucho que ver contigo.

- Nada serio, solo te espero a ti. – Ella guiñaba y me examinaba de pies a cabeza.

Sé que parecerá una conversación atrevida, pero al parecer a ella le gustaba ser coqueta y le gustaba “calentar” a los hombres, pero a mí más que calentar, solo me aburría con sus piropos. Sí antes no le di una oportunidad, ahora menos y eso ella ya lo sabía.

En mi salón solo éramos 8 personas, ya en el penúltimo ciclo de la carrera se podía ver quienes iban a terminar bien. Pero solo había que esforzarse, mientras estaba en clase mi celular sonó, una notificación de mensaje.

- Espero no interrumpir tus clases, solo quiero conversar contigo antes de ir con mis padres de compra, mi madre te manda saludos ;)

De repente sentí como si una alegría tranquilizara mis emociones, me relajara y de la misma manera me aceleraba el corazón. Ayla quería hablar conmigo, pero aún no salía de clases así que de forma disimulada contestaba sus mensajes, ella había tenido un día muy tranquilo y ahora se dirigía a comprar un estante para su cuarto, eso me hizo sentir feliz en muchos modos, sonreía de manera estúpida hacia mi teléfono, pero de repente levanté la mirada y todos me estaban mirando directamente a mí, Ariana, Michel, el profesor que había entrado hace unos minutos, mis demás compañeros, todos. Michel fue el primero en romper el silencio.

- Sasha, di presente.

- ¿Si?, Ah claro, presente.

Todo el salón se estaba riendo en forma muy sospechosa, y es que el profesor había entrado al salón, había pasado lista y como no le respondí se paró frente a mí y me miró con atención a ver lo que hacía, jamás había sido distraído y ese momento fue muy incómodo para mí.



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En el texto hay: lagrimas, amor, suspenso y duda

Editado: 23.02.2020

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