Cuando mis recuerdos mueran [editando]

Capitulo 18-. Persecución

Yungblud - Parents

 

Desde las sombras un chico con traje y una sonrisa arrogante pintada en el rostro se acercó a nosotros a paso ligero.

Oh, no.

Era el chico de la fiesta ¿Qué querrá y por qué todos hacen una reverencia cuando pasó por sus lados? se plantó frente a nosotros recorriendome con la mirada de a arriba abajo, luego sonrió con descaro. Su mirada pasó de mi a Wyatt.

— ¿Enserio? ¿No le has dicho nada? —. Preguntó con burla. Cuando Wyatt no respondió se rió fuerte — No lo puedo creer,  ¡No le has contado la verdad! pobre humana.

— Hum, sí. Se lo iba a decir. Pero al gran imbécil se le ocurrió aparecerse de la nada, pero bien, en cuanto nos dejes marcharnos en paz se lo diré ¿O no...? —. Habló Wyatt, molesto.

El chico hizo un puchero y luego negó — Ah... creo que eso no va a suceder. Ustedes —. Se volvió hacia los otros — Maten a la chica, yo me encargo de Wyatt.

¿Pero qué...?

— ¡Maldito!  Si le llegan a tocar un solo pelo juro que descuartizaré a todos lo tuyos en solo minutos y a ti también, Thomas —. Dijo Wyatt, con los ojos centellando de color rojo ¡¿Rojo?!

Todos retrocedieron con miedo. Hasta ese tal Thomas.

Mi cabeza estaba hecha un revoltijo, no entendía lo que sucedía, ni por qué los ojos de Wyatt eran rojos, ni quiénes eran todos estos que nos rodeaban.  

Cuando Wyatt le lanzó una mirada asesina a Thomas y se preparó para atacar, Thomas intervino arrastrando las palabras.

 Bien, bien. Tranquilo. No le haremos nada —. Bufó con nerviosismo. Después recuperó la compostura y lo miro desafiante. — Y bien. ¿Le has dicho quiénes somos, qué hacemos, qué bebemos? y la mejor parte ¿Qué yo maté a su preciada y asquerosa madre?

Mi corazón pegó un vuelco y sentí como las lagrimas bajaban impotentes por mis mejillas. La sola mención del nombre de mi madre me ponía triste, lo había superado y lo aceptaba, pero... ¿Estar frente al que la mató? dios, eso es horrible.

— ¿Qué quieres decir con eso?

Thomas se giró hacia a mi y empezó a caminar a mi dirección.

— Querida, yo asesiné a tu madre. Vaya que eres lenta —. Dijo con burla. Todos los demás rieron —, Wyatt. Tu padre sabe que estas aquí con tu hermano y exige que vuelvas a Transilvania a tomar tu puesto como Príncipe 

— Que se pudra —. Escupe, Wyatt con rabia. Y aún con esos llamativos ojos rojos.

Thomas rió — Matenla.

Mi corazón latió desbocado cuando los vi acercarse a una velocidad impresionante. Wyatt abrió los ojos como platos con miedo antes de gritar.

— ¡Corre!

Y eso hice. Corrí con todas mis fuerzas tratando de escapar de lo que me perseguía. Luego algo fue impactado en mi cabeza y caí a tropezones al suelo. Me toqué la cabeza donde sentí en impacto y sentí algo húmedo y caliente. 

Sangre.

Decidí no perder más tiempo y echar a correr, pero algo me lo impidió. Me tomaron de los tobillos y me volvieron a tumbar.

Un chico que desconozco se colocó encima mio, a la altura de mi cuello. Me sonrió antes de sacar sus colmillos y acercarlos lentamente a mi cuello.

Grité en cuanto sentí las puntas filosas rozando mi piel ¡¿Pero que rayos es esto?!

El cuerpo del chico fue lanzado a un lado como a cinco metros de mi por uno de los suyos. El otro chico se acerco demasiado rápido que no me permitió levantarme a tiempo. Una vez más este fue lanzado hacia unos metros de mí, y el que estaba anteriormente se levantó y le rompió el cuello. De la herida salió sangre negra.

Reprimí un grito y salí corriendo con mis zapatos sonando ruidosamente contra el asfalto de la carretera.

Cuando llego a la entrada de mi casa sacó con las manos temblorosas la llave. En el intente se me cae la llave como dos veces antes de abrirla. Entro a mi casa y cierro la puerta y me aseguro de ponerle doble llave.

Me deslizo sobre la puerta. Pongo las rodillas a la altura de mi cara y cierro los ojos esperando que todo pasé y vuelva a estar en mi tranquilidad reconfortante.

Tocan la puerta. Me alarmo y me levanto de un golpe alejándome de la puerta con miedo.

—Tranquila, soy yo. Wyatt. Déjame entrar —. Suelto un suspiro de alivio y lo hago.

Wyatt luce horrible. Su pelo se pega a su rostro por el sudor y hay sangre en su camisa blanca.

Se tiró sobre el mueble y cerró los ojos tomando aire.

Fui a la cocina a buscarle algo de agua y luego volví a la sala con el vaso de agua en mano. Tomé asiento en el mueble y le entregué el vaso de agua.

El lo aceptó murmurando un gracias.

— Quiero que me lo cuentes todo.

El trago duro y asintió de acuerdo.



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En el texto hay: vampiros, misterio, amor

Editado: 02.09.2020

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