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Pov Hinome 

Kai y yo nos levantamos de la mesa para ir a buscar a Mark, conociéndole es capaz de perderse aún teniendo el baño en frente de sus narices.

Cuando íbamos a salir llegó el grupo de populares y tuvimos que ignorarlos o terminaría tirándome encima de alguno de ellos.

Una vez fuera del comedor empezamos a hablar de cómo se declararía mañana, además de advertirle que como le llegase a hacer daño a Mark o algo por el estilo, se las vería conmigo por muy amigo mío que sea. Llevo con Mark años y aunque no lo demuestre le tengo mucho cariño, por eso si le llegase a hacer algo me las pagaría.

Poco antes de llegar nos encontramos a un grupito de tres que iba muy serio, demasiado, y ligeramente nerviosos. Entre eso, la demora de Mark y los populares, sentía que algo no iba bien así que miré a Kai, él también parecía algo inquieto, y aceleramos el paso.

Al llegar me paré a un lado de la puerta, obviamente no entraría, por eso le pedí a Kai que me acompañara.

-Entra y dile que se dé prisa, quiero bailar ya Umbrella, yo os esperaré aquí.

Kai asintió sonriendo mientras habría la puerta y se metió dentro. Pasaron unos segundos hasta que escuché un grito y sin dudarlo entré corriendo, lo primero que vi fue a Kai de rodillas en el suelo totalmente pálido y con los ojos llorosos mirando un punto fijo. Extrañada me acerqué a él hasta estar a su lado.

-¿Qué ocu- no pude seguir hablando, un poco más adelante estaba Mark tirado en el suelo como un muñeco con los brazos llenos de sangre y cortes.

En seguida sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas, esto no podía ser verdad, me negaba a creerlo. A un lado había una pequeña cuchilla manchada de rojo, inmediatamente pensé en todos los momentos que viví con él, desde cuando estábamos en Japón hasta ahora con Kai, Hannon y So-hyun.

-N-no... No p-puede ser- la voz me salía entrecortada, sin darme cuenta me había puesto a llorar- él... Él no haría algo así...

Mark siempre había tenido problemas por ser como es y yo lo sabía mejor que nadie, siempre estuve para ayudarle, cada vez que se metían con él o le intentaban pegar yo estaba para defenderle y por eso sabía bien por todo lo que había pasado. Más de una vez hablamos de esto y él siempre llegaba a la misma conclusión, podría estar todo lo mal que quisiera, pero jamás se haría algo así porque no le parecía la solución a nada. Además, ahora no estaba sólo conmigo, ahora también tenía a las chicas y a Kai y se le notaba más feliz que nunca con este último, no veía sentido a lo que tenía enfrente, no tenía ni pies ni cabeza.

Kai se acercó su cuerpo y lo abrazó llorando mientras lo llamaba y eso me hizo llorar más aún.

Esto no era normal, alguien debería haber hecho algo. Con eso en mente empecé a pensar quiénes podrían haber sido, obviamente los primeros en los que pensé era en el grupo de Yang mi, pero ellos estaban en el comedor y aunque acababan de llegar, no les habría dado tiempo a hacer nada. Pensé en más opciones cuando tres chicos vinieron a mi cabeza. Esos tres iban muy serios y nerviosos, si no habían sido ellos, mínimo algo sabían. Además, curiosamente ya nos habíamos encontrado a dos de ellos a lo largo del día, uno fue el del balonazo que se fue sin siquiera ayudarnos y el otro era con el que me choqué antes.

Salí del baño sin decirle nada a Kai y fui corriendo a buscar a esos tres, no puedo dejar que esto se quede así. Iba lo más rápido que podía intentando averiguar donde estarían cuando me crucé con Hannon y So-hyun, al verme así se acercaron preocupadas y confundidas.

-Hinome, ¿qué pasó?¿Dónde están Kai y Mark?- me preguntó Hannon asustada así que respiré hondo tratando de calmarme antes de contarles lo que nos habíamos encontrado.

Unos días después.

Después de haberles contado todo a mis amigas decidimos que sería mejor volver con Kai y llamar a algún profesor y a la policía. Esta última después de investigar un poco y revisar su cuerpo, sólo nos confirmó lo obvio, Mark se había suicidado con aquella cuchilla, yo seguía sin creo, pero no habían encontrado nada que indicase lo contrario, solo claros cortes en los antebrazos y muñecas.

Hacía unos días fue su funeral y estábamos devastados, no podíamos aceptar que se hubiera ido sin más. Kai era el más deprimido de todos, todo lo que tenía planeado, todos esos buenos momentos que habían vivido y todo lo que había querido decirle, absolutamente todo se arruinó y ninguno había podido hacer nada para ayudarle.

Ahora mismo estamos Hannon, So-hyun y yo en un parque hablando sobre esto. Les había comentado sobre mis sospechas y opinaban igual que yo, Mark no era capaz de hacer eso, menos sin dejar al menos una mísera carta, una nota explicando todo o despidiéndose, algo.

-¿Y quién crees que puede estar metido en esto?- me preguntó So-hyun.

-Sinceramente no lo sé, Yang mi seria la más obvia, pero esta vez su grupo no pudo haber sido- dije suspirando, todo esto me confundía bastante- aunque tengo una ligera sospecha tres chicos, no sé cómo se llaman, pero cuando pasó todo ellos venían de esa dirección y se notaba que escondían algo... Iban muy serios y un poco nerviosos, no sé si habrán tenido que ver, pero daría cualquier cosa a que algo saben. Pero no sé porqué habrían hecho algo así si ni sé quiénes son.

-¿Y si no sabes cómo se llaman de qué nos sirve?- dijo Hannon decepcionada.

-Bueno, uno de ellos fue el que nos dió el pelotazo ese día si no mal recuerdo, otro era el maldito que casi me tira en comedor- dije recordando- el tercero no sé quién era, no lo había visto antes, pero si lo veo lo puedo reconocer así que sería cuestión de buscarlo un poco.

-No creo que sea difícil encontrarlo entonces, debe ser amigo de los otros dos así que de seguro estará con ellos.

-Supongo... Pero aunque sepamos quienes son, ¿qué vamos a hacer? No podemos ir y decirles "oye vosotros tres, ¿tuvisteis que ver con la muerte de nuestro amigo?"- solté a la vez que me tiraba hacia atrás y me recostaba en un árbol.