26 de noviembre
Hoy la tía Ginebra llamó desde Florencia para saludar a mamá.
Admiro a mi tía por su espíritu libre y su fortaleza, decidió marcharse joven del país para conocer el mundo y encontrar ese hueco en el suyo propio.
Ahora vive en una modesta casita en un pueblo pequeño, pero es feliz junto a su pareja y su profesión, es maestra de inglés y le da clase a los niños pequeños. Nos invitó algún día a mamá y a mi a su pueblo, tiene muchas ganas de conocer a su futura sobrina cuando esta nazca y ver cuanto yo he crecido.
Tuve un rato para hablar con ella, le conté como iban las cosas aquí, de mis expectativas de entrar a una escuela de artes y de lo raro que se comportaba Stefano conmigo. Me ofreció su casa en el verano y un boleto de avión si prometía aprobar todas las clases.
Voy a cumplir mi promesa, Italia siempre ha sido mi sueño. Y si puedo pasar un par de meses allí, seré un tercio más feliz en este infierno.
A.
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Editado: 04.09.2025