¿Pero que fué toda esa explosión de ira? Quedé de piedra con semejantes palabras, ¿hermanos? ¡Já! Ya quisiera el idiota ese, pero alguien debía dar muchas explicaciones en este momento.
—¡Andrew! Deja de ser grosero, ya habíamos hablado de esto —pidió Leticia a su hijo mayor —no arruines la noche.
—¿Por qué? Estás viendo que la bruta me dio en la cara sin razón — gritó nuevamente.
—Seguro no fue intencional, así que discúlpate por la grosería —
—No mamá, estás equivocada si piensas que yo voy a permitir que me humilles ante esta…—
y sus palabras fueron silenciadas con semejante bofetada que don Piter le dió al idiota ese.
—En tu vida le vuelves a faltar el respeto a tu madre o a cualquier mujer estando yo presente —espetó el hombre mayor —no los eduque de esa manera para que vengas ahora a ponerme en vergüenza.
Estuvieron discutiendo con el tipo, mientras yo veía a mi papá incómodo, cuando su mirada y la mía coincidieron, la de él fue de furia, e hice lo que no me hubiera atrevido a hacer en otro momento, empecé a caminar hacia la calle. El sentimiento que se alojó en mi pecho era mayor que el miedo al perro que ladraba al pasar muy cerca del.
Cuando llegue a la calle vi a muchos deseándose felices fiestas y me preguntaba ¿que tenían de felices?
No se en que momento empecé a correr para llegar a la casa y al estar frente a las escaleras que llevaban adentro grite:
—Por favor… ¿Pueden solo por hoy no asustar? Quiero estar sola —algo loco ¿verdad?
Por loca que pareciera mi petición, esa madrugada no se escuchó ningún ruido, ningún lamento o voz, y pude dormirme deseando despertar de este extraño sueño.
—Magaly despierta, son casi las nueve de la mañana —susurraron en mi oído, haciéndome despertar de golpe del susto.
—¡Grace!… Me vas a matar de un susto, ¿a qué hora llegaron? —
—Te estuvieron buscando desde que saliste corriendo, hasta que Keila les dijo que habías entrado a la casa ¿Que te pasó? Además, ¿como pudiste dormir sola? ¿No te dió miedo?—
—Les pedí que no me asustaran, que quería estar sola y no molestaron —respondí, contándole también las razones por las que salí de esa casa.
—Quiere decir que no vas a ir conmigo, me mandaron a traerte para desayunar —
—¿Se quedaron allá toda la noche? —y por su expresión supe que si —no iré, no después de lo que sucedió, no podría ponerles buena cara—.
—Yo ya cumplí con venir, aprende a ser más sociable, al menos a mi no me han hecho, ni dicho nada, es mas Andrew y Abner me caen bien —Y como la canción…. Se marchó.
Mi padre y hermana volvieron hasta pasadas la nueve de la noche de ese día y escuché los regaños de parte de él. Guardé silencio, pero en mi mente analizaba las cosas que después le preguntaría.Y en un abrir y cerrar de ojos estábamos en vísperas de año nuevo, nuevamente llegó Leticia a invitarnos a la cena que harian en su casa…
—Muchas gracias, pero prefiero quedarme aquí —lo que me ganó una mirada severa —MI MAMÁ sienpre dice que el año nuevo debe recibirse en casa, o todo el nuevo año lo pasaremos vagando —argumenté.
Estaba más que decidida a pasarla con los espantos de la casa, que habían estado muy callados estos días.
—Entonces cenaremos aquí, traeré comida para la cena, pero antes de la media noche me iré para pasarla con mis hijos —.
Después de tantos abrazos que sentí hipócritas y fiestas amargas, llegaron los primeros días de enero, en los cuales debíamos inscribirnos en el instituto.
—Mañana Leticia irá con ustedes a matricularlas, ya que los cupos están llenos, y el director es un conocido de ella, le harán favor de incluirlas — decía mi papá muy emocionado.
Fuimos con ella al instituto y lo que vieron mis ojos fue hermoso… era un establecimiento enorme, tenía 2 canchas para jugar basquetball, 3 de voleibol, 1 de fútbol, el área de cafetería tenía mesas de pin pon, y entre cada una de ellas unos arriates enormes con árboles grandes.
—¿Te gusta? —preguntó Leticia.
—Es muy grande, acá me voy a perder buscando los salones —
—No lo creo, ya hablé con una chica que fue mi alumna, ella te va a ayudar los primeros días, espero se lleven bien —
—¿Cuál es el horario? Escuché que tienen jornada matutina y vespertina —
—Este año te toca en las mañanas, por ser de nuevo ingreso — aclaró.
Y si lo descrito antes me pareció enorme y hermoso, lo fue más cuando llegué a la puerta que tenía una placa con la palabra «biblioteca», lugar que sería mi segunda casa.
Y lo que antes era un lugar desolado frente a las ventanas de donde vivíamos, parte trasera de la propiedad de Keila, se convirtió en un bullicio por las mañanas y las tardes, debido al nuevo ciclo escolar.
—Hoy vamos a ir a comprar los uniformes que usarán, los zapatos de diario y los deportivos —decía mi papá mientras tomaba las llaves del carro que había comprado.
—Yo quiero que sean de tacón medio —pidió Grace —quiero verme mas alta.
#2451 en Novela romántica
#834 en Chick lit
#98 en Joven Adulto
humor amor, primer amor joven, amistad amor de infancia juvenil
Editado: 09.11.2024