Cuando seamos Tú y Yo

Atestación

Es difícil decir cuando exactamente comenzó todo, pero la mayoría de las personas sobre la faz de la tierra al cumplir los 18 años empezaba a experimentar cambios además de los físicos que vienen tras la pubertad, empezaban a sentir las sensaciones de su alma gemela, así es como los llaman, al principio se les conocía como doppelgänger, pero los tiempos cambian y con él los términos. Esto al principio asustó a todo el mundo, los jóvenes describían poder sentir las sensaciones y emociones de alguien más, cientos de científicos realizaron análisis y todo tipo de pruebas, eran los cientos y hasta miles de jóvenes que apenas al cumplir los 18 años eran estudiados para desvelar este misterio.

Pasaron años y ninguna prueba concluyo que era lo que estaba pasando, solo pasaba y ya, algunos especularon en cientos de mitos y teorías descabelladas desde las más rebuscadas hasta extremas como la de extraterrestres haciendo pruebas en nosotros.

La historia que me encantaba escuchar eran la que mi madre me relataba, donde decía que los seres humanos originalmente teníamos cuatro manos, cuatro pies y una cabeza con dos caras. Estos seres eran muy felices con ellos mismos. Hasta que Zeus temiendo que estos seres fueran a suplantar a los dioses, los partió en dos por la mitad obligándolos a pasar el tiempo vagando por el mundo en búsqueda de su otra mitad. Imaginar que un “dios” nos temiera me emocionaba un poco.

Mi madre me ha contado un millar de historias y siempre tenía algo que enseñarme algo nuevo que me sorprendiera, una de sus historias implicaba a mi padre, como esto les había pasado a ambos cuando cumplieron 18, me contaba que la noche que cumplió años se sentía emocionada y nerviosa, la persona con la que compartiría mil emociones estaba ahí afuera en algún lugar del mundo y esperaba sentirla algún día, tal vez él también estaría emocionado por sentir lo que mi madre vivía, así que el día cuando cumpliría 18  ella se puso lo más cómoda que pudo en su habitación, miro el reloj de la pared contando los segundos hasta que el reloj marcara las doce de la noche.

Me contó que a unos minutos de la media noche le dio algo de hambre, había pensado que su alma gemela estaría con hambre hasta que su propio estómago rugió, el hambre era de ella misma, lo que la puso nerviosa y ruborizada, no quería que su alma gemela sintiera que ella tenía hambre así que corrió hasta la cocina por unas botanas, pero cuando regresaba a su habitación tropezó en las escaleras y se golpeó la frente con el barandal.

Mi abuela salió a ver lo qué pasaba, mi madre respondía ‘que todo estaba bien’.

Era una mujer muy a astuta, seguro supo lo que pasaba a su hija, ya que ella también le había contado todo lo que tenía que saber de las almas gemelas y lo que debía y no debía hacer, de cierta forma saber que alguien en algún lugar ahí afuera sintiera lo mismo que sentiría yo era asombroso, pero también un poco aterrador.

Mi madre subió las escaleras lo más rápido que pudo, aunque el golpe la dejo un poco aturdida quería calmar el dolor del moretón que tenía en su frente se sentía avergonzada por su primera impresión.

Al tocar la perilla de la habitación sintió un palpitar en su corazón, una vibración rítmica que nacía en el interior de su pecho, ella cerró los ojos se dejó llevar por la música que a pesar de no escucharla podía sentirla por todo su cuerpo. Mi madre decía que fue la sensación más extraña, pero también la más asombrosa que jamás había sentido nunca, después entró en la habitación miro el reloj de pared, marcaba la media noche y ella empezaba a sentir lo que mismo que su alma gemela y viceversa.

Sintió la punzada en su cabeza –Lo siento– se dijo a sí misma esperando que su alma gemela la escuchara mientras apretaba los puños contra el pecho sintiendo el vibrar de la música.

Después de su historia me contaba enseguida la de mi padre, él es un poco despreocupado, pero apuesto a que también estuvo así cuando cumplió 18, él decía que se había olvidado de la hora y que aquello de las almas gemelas jamás le pasaría, siempre tenía una evasión poco creíble, hasta que un día nos contó que cuando cumplió 18 no pudo dormir en toda la noche esperando la señal de su alma gemela la de mi madre.

Esto de las almas gemelas es un poco complicado, pero fácil de explicar es casi raro que dos personas destinadas cumplan años el mismo día y más que cumplan exactamente 18, pude pasar a la final cumplimos años con cerca de 9 millones de personas más, pero son raras las veces muy raras, hay historias de amores a primera vista, pero esta no era una de ellas.

Mi padre había cumplido 18 cuando mi madre apenas tenía 13 era una diferencia de cinco años esperándola cada noche, reproducía su canción favorita y colocaba una de las bocinas cerca de su pecho antes y después de que el reloj marcara las 12 y así fue durante cinco años hasta el día que mi madre cumplió 18.

Era la historia de amor más bonita que había escuchado, ahora sería mi turno dentro de seis meses cumpliré 18 años y es posible que mi alma gemela ya los haya cumplido antes que yo o también es posible que aún no los cumpla, espero que ya los hayas cumplido he hecho un montón de cábalas desde colocar la edad de la que quisiera que tuviera mi alma gemela hasta un poco más extrañas cómo grabar el número de años en el pecho o la de ajustar el reloj a la zona horaria del país del que quisiera que fuera, he intentado de todo un poco sé que son caprichos míos, pero soñar no cuesta nada, ya que dentro de seis meses. ¿Qué pasará cuando seamos tú y yo?



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En el texto hay: decisiones, primer amor, destino elegidos

Editado: 10.08.2021

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