Cuando seamos Tú y Yo

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La tarde cae con lentitud el reloj hacer retumbar cada segundo transformando cada segundo en una eterna espera imparable e inevitable.

Danna estaba en su cama recostada mientras revisaba sus perfiles en el celular las imágenes y publicaciones pasaban de largo con cada movimiento de su dedo sin detenerse, el reloj marcaba las 10 p.m.

Hoy es el cumpleaños de Danna, el día podría resumirse en el recuerdo del cierre de grado con todas sus amigas cuyas promesas de verse en la universidad o en sus tiempos libres promesas que iban y venían, en el mil y un frases grabadas en las batas blancas que usaban, en el millar de fotos que ahora eran recuerdos palpables.

–Entonces miren, mi madre –dijo Kerrie firmemente a Ana –va a ir a recogerte a las 4 de la tarde–

–¿Por qué yo primero?–

–Porque mi madre debe convencer a tus padres para que puedas quedarte un poco tarde, mi madre prometerá que nos va a tener a las tres juntas en un solo lugar y que en ningún momento nos apartara la vista–

–¿Qué va a pasar con tu alma gemela?– pregunto Danna molestando a Kerrie quien pensaba reunirse con su alma gemela en el festival –¿No te vas a reunir con él?–

–No podremos, mi madre sabe desde mucho que tengo un alma gemela, pero lo que no sabe es que ya lo conozco, ella me dijo que le diera un tiempo a las emociones, sensaciones y sentimientos que vayan surgiendo– Kerrie suspiro – que después de ello podría decidir conocerlo formalmente o elegir la cura–

‘Cura’ Pensó Danna sintiendo un pequeño escalofrío recorrer su espalda, debía existir otra forma de llamar a aquello que cortaría los lazos de las almas gemelas un lazo que no era una enfermedad para que se busque una “cura” o ¿Sí?

–Mis padres no me van a dejar más tiempo– dijo Ana

–No te preocupes por eso, mi madre lo logrará ya verás– dijo optimista Kerrie –y ¿Tus padres?– se dirigió a Danna

–Bueno, si me dieron permiso, pero tampoco puedo llegar tarde y menos por lo de mí…– corto Danna

–¡Por lo de tu alma gemela!– grito Kerrie emocionada–es emocionante que falten unos días para tu cumpleaños debes contarnos todo lo que pase ese día–

–Todo lo que pase– dijo Danna volviendo a la realidad de su habitación, cuyas únicas luces encendidas eran la de su celular y la de una lámpara de noche.

El reloj en la pantalla marcaba las 10:45 p.m.

Los recuerdos de su vida normal palpitaban al ritmo de los nervios que aumentaban poco a poco mientras el tiempo avanzaba implacable.

La fiesta de cumpleaños se había celebrado un día antes según lo planeado, su familia y sus dos amigas inseparables le habían acompañado, la comida, la música y los regalos habían llenado el día completo, acompañado de una salida por el Centro Comercial y lugares varios. Se planeó el cumpleaños así, para dar tiempo a Danna de acostumbrarse a las emociones y sensaciones que tendría con su alma gemela el día de su cumpleaños.

En el transcurso de la salida sus amigas le habían dado un montón de consejos de lo que debería hacer si pasaba o no pasaba algo, todo es posible cuando sientes a tu alma gemela.

–No te preocupes solo déjate llevar y procura estar cómoda eso les hace sentir bien– sugirió Kerrie.

–Me dices que no me preocupe que gran consejo– pensó Danna a punto de responder cosa que no hizo.

La alarma del celular sonó marcando las 11:30 p.m.

Danna se asombró de lo rápido que pasaba el tiempo o lo mucho que perdía divagando en sus pensamientos y recuerdos.

Un golpeteo de la puerta corto el silencio.

–Pase– dijo Danna sentándose sobre su cama.

–¿Estás bien?– dijo su madre apoyando el cuerpo en el marco de la puerta.

–Si…– dudo –si lo estoy... Solo que…–

–No tienes de que preocuparte– dijo su madre mientras entraba y tomaba asiento en la cama junto a ella –sé que es una emoción inmensa y un miedo a lo desconocido, pero no temas sentirlo, si tienes que gritar, grita tan fuerte, si tienes que llorar llora hasta más no poder, sabes que estamos aquí – dijo señalando a su padre que las escuchaba apoyado en el marco de la entrada quien asintió con una sonrisa reforzando aquellas palabras.

–Sobre todo– dijo el padre entrando – estaremos siempre contigo, si quieres podríamos estar aquí cuando eso pase–

Danna negó suavemente con la cabeza.

–Sabes que te queremos y que pase lo que pase puedes contar con nosotros– dijo su padre sentándose junto a Danna en la otra esquina de la cama.

Ambos padres la abrazaron con tal fuerza y amor que Danna quería que esta sensación se pareciera a la que vendría en muy poco, se sentía mejor con estas emociones y si era posible las recordaría para compartirlas con su alma gemela.

–Feliz cumpleaños– dijeron ambos adelantándose.

–Hasta mañana Dannita– dijo el padre levantándose para salir.

–Te amamos– dijo la madre cerrando la puerta después de que ambos salieran.

Reviso su celular el reloj marcaba las 11:55 p.m.



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En el texto hay: decisiones, primer amor, destino elegidos

Editado: 10.08.2021

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