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Kerrie y Ana fueron a visitar a Danna en la mañana su plan en un principio era en la tarde, pero la curiosidad de saber cómo estaba su amiga en el primer encuentro con su alma gemela había provocado que sus planes se adelantaran, ahora las tres están juntas en la habitación de Danna conversando sobre las almas gemelas mientras Kerrie admira el moretón de su rostro.

–¡Es un completo idiota!– gruño Kerrie.

–¿Te dijeron algo tus padres?– pregunto Ana sin dejar de mirar el moretón en la mejilla de Danna.

–Están preocupados por lo que pasó, después de que perdí el conocimiento no me desperté hasta esta mañana y me vieron con este moretón– sonrió levemente sintiendo la puntada de dolor.  

–No puedo creer que la primera impresión de tu alma gemela haya sido un golpe, aunque si nos ponemos a pensar bien, ¿Un golpe de qué?–

–No lo sé, no creo que haya sido su culpa– defendió Danna.

–Tal vez estaba peleando con alguien en ese momento o se estaba defendiendo– Ana buscaba posibilidades.

–¿A la media noche? Para mí que te has topado con un chico malo, muy malo– pensó Kerrie en voz alta –pero mira cómo te dejo la cara– sus dedos rozaban la piel en donde se tintura de violeta, verde y azul –¿Has vuelto a sentirlo?–

–No lo he vuelto a sentir desde anoche o bueno creo que si un poco, es medio confuso a veces siento un roce en mi piel, sensaciones extrañas no sé cómo describirlas–

–Eso es la juventud y el amor a flor de piel de dos almas gemelas conociéndose de poco a poco hasta el día que se encuentren– Kerrie cambiaba de emoción drásticamente.

Danna y Ana se quedaron mirando a Kerrie por tan dramática oración.

–Estamos en una etapa muy cambiante– dijo Ana –cuando yo sentí a mi alma gemela por primera vez fue extraño, a veces sentía miedo, pero poco a poco todo tomaba forma, había días en los que lo sentía en todo el día y otros donde no lo sentía en lo absoluto. Según estudios las emociones comienzan de poco a poco hasta volverse en un lazo fuerte…–

Kerrie de pronto se sonrojó mientras su respiración se agitaba.

–¿Estás bien?– pregunto Danna que había notado los cambios repentinos en el comportamiento de Kerrie.  

–Si… solo… que mi idiota– su voz temblaba al igual que su cuerpo, mientras movía las piernas como si tuviera la necesidad de ir urgentemente al baño –este idiota…– soltó un pequeño gemido que calló tapándose la boca con una mano.

–Ya… ya regreso– dijo Kerrie saliendo hacia el pasillo en dirección al baño.

Danna y Ana se quedaron mirando sin entender lo que había sucedido.