Cuando seamos Tú y Yo

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–Yo creo que es un delincuente para tu mala suerte– dijo Kerrie probándose un sombrero de playa, la tienda de ropa estaba llena de temáticas diversas, desde las primicias de verano, hasta las contemporáneas de invierno, el descuento era tentador si se buscaba algo que combinase con el Festival Destino.

La gente fluía de un lado a otro en búsqueda de esa combinación especial para encontrar a su alma gemela aunque no descartaban jugar un poco con el ambiente y la gente, en dos días el festival comenzaría, el evento esperado por todos, hasta ahora no ha habido incidente alguno a excepción de los desmanes provocados por grupos de jóvenes en estado de ebriedad, cosa que se controlaba al instante por los policías, el evento exclusivo se llenaba de cientos de jóvenes en búsqueda de diversión y amor.

–Por suerte no se notan muchos tus…– Kerrie levanto la blusa Danna para mirar su abdomen –tus moretones– presiono uno de ellos, la mayoría habían desaparecido en su lugar quedaban sombras rojizas como si de parches mal despegados se tratasen.

Danna contó lo que había sucedido, como aquel día su cuerpo le dolía en zonas que jamás había imaginado y sobre el golpe fulminante que la dejo inconsciente.

–¿Trataste de hablar con él?– pregunto Ana probándose unas gafas de sol demasiado grandes para su rostro.

–Un poco sí, tuve algo de miedo– dijo mirando hacia otro lugar donde no se le notara el rubor de sus mejillas.

–Debes dejarle en claro que ahora no solo le afecta a él, sino a ti también, lo que acabas de sentir tú es demasiado, la primera vez que sentía a mi alma gemela se había cortado la mano en un accidente y lo mismo me paso a mí, tu alma gemela debe entender que ahora están conectados y le guste o no, debe cuidarse para así cuidarte– decía Kerrie mientras le media todo tipo de top a Danna.

–Tiene razón, aunque es mucho más intensa cuando estas con ella o sea me refiero a cuando están juntos uno alado del otro– dijo Ana observando el largo o bueno en este caso lo corto de una mini falda preguntándose a sí misma como se vería en ellas si se atreviera a ponérsela –cuando estas junto a tu alma gemela tus emociones se disparan, es como conectarte con esa persona, en su respiración, en sus latidos la conexión se vuelve muy fuerte–

Kerrie curvo una sonrisa cómplice, sabía exactamente a lo que Ana se refería.

–Tener un alma gemela tiene su lado bueno o malo– añadió Kerrie apartando la conversación para otra ocasión, una ocasión más íntima.

–No se han cuestionado ¿Por qué esa persona?– dijo Danna mientras sus dedos rozaban un saco de lana cuyos colores azul y negro se unían en una costura fina. –a lo que me refiero es que, no es que sea malo saber que hay alguien ahí afuera para ti que te entenderá mejor que nadie y que estará cuando la necesites, pero es extraño todo esto–

–¿Tienes miedo?– dijo Ana acercándose.

–Sí un poco–

–Puedes elegir– dijo Kerrie colocándose a su lado –que exista alguien que sienta lo mismo que tú no significa que piense igual que tú, también tendrá miedo y estará lleno de dudas como todos, yo por ejemplo no sé si mi alma gemela sea para mí, la otra vez lo vi con una chica paseando de la mano, pero eso fue hace mucho–

Danna y Ana se miraron asombradas, lo decía tan natural que parecía irreal.

–Él no me escogió a mí y yo sinceramente no lo quiero a él, cuando pueda usaré la vacuna para cortar esta conexión. No tienes que atarte a alguien solo porque el destino lo quiere así, el destino lo que sea, cada uno tiene las riendas de su propia vida–

Danna se sintió algo intranquila, las dudas se habían aclarado un poco, pero nacían otras en su lugar teniendo algo muy en claro, ella podía elegir.

Liam sentía una presión en su pecho mientras las dudas y la incertidumbre tocaban su corazón, todas estas emociones callaban el regaño de su madre que reclamaba por cada una de sus heridas y moretones que hasta ese día no se le han sanado, Gabriel lo había cargado inconsciente a casa dejándolo sobre la cama descansando, el golpe había sido fulminante, no se esperaba que fuera suficiente para dejarlo inconsciente.

Sin embargo, no acababa ahí, al día siguiente por la mañana se había encerrado en su habitación, quería por todo lado evitar que su madre lo viera en especial su hermana, pidió perdón varias veces a su alma gemela por los inconvenientes no tenía idea alguna de hasta cuanto de esto le había afectado a ella.

–Te juro que si me descubren– sonaba apenas audible una voz muy leve como un susurro, una voz que le pertenecía a una mujer cosa que lo alivio un poco permitiéndole entender el alcance de su conexión y el mal que acababa de causar.

Liam sintió como su cuerpo se helaba aquello le tomaba por sorpresa, dudaba de si debía responder o no y cómo debería hacerlo, confirmando que su alma gemela había sufrido lo mismo que él durante la pelea con Gabriel.

–¡Liam!– grito su madre reprendiéndolo quien había tocado varias veces la puerta sin obtener respuesta alguna al entrar fue que vio los moretones en el cuerpo de su hijo regañándolo en el acto, lo que provocó que aterrizara del sueño donde estaba.

Y así fue como este era el segundo día de regaño, sentado en el comedor de su casa recibía el regaño más extenso de su vida, sobre su cuidado personal de que ya no quería que estuviera afuera y muchas cosas más que implicaban madurar.



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En el texto hay: decisiones, primer amor, destino elegidos

Editado: 10.08.2021

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