Cuando seamos Tú y Yo

Capítulo VIII

La casa abandonada sonaba como si se fuese a caer con el más leve de los suspiros, sus habitaciones habían permanecido vacías por años, los cristales rotos y todo su interior vandalizado mostraban que los años no habían pasado en vano, no había ni una sola alma en su interior a excepción de las ratas que corrían libremente por los suelos de madera agujereada, los miles de arañas cuyo telar cubría el techo y Lima en el centro de la habitación con una expresión de asombro al escuchar tan de cerca la voz de una chica.

–¿Cómo lo has hecho?– preguntó Liam sentado en el piso sujetando su brazo izquierdo que todavía le escocía.

–Es un ritual que me enseño mi amiga, pero no había funcionado así que lo intente de otra manera no sé cómo lo logre– respiro profundamente –pero pude conectar con mi alma gem…– Danna se detuvo al instante, la emoción de que funcionara ahora estaba actuando sobre sus palabras asombrándola a sí misma y descubriendo que había funcionado.

Liam entendió que para ella tampoco era fácil aceptar que ahora estaba hablando con su alma gemela.

–¿Eres una especie de bruja?–

–No, ¿Por qué lo dices?–

–Hablaste sobre un ritual, después he sentido como algo me quemaba el brazo y ahora tengo varias runas en mi brazo lo que me ha conectado a ti–

–¿Conoces de las runas?– pregunta Danna asombrada casi nadie por decir nadie a excepción de su padre, había escuchado hablar sobre las runas.

–De cierta forma, pero jamás las he usado Pitonisa me dijo que para usarlas se necesita mucha sabiduría y años de preparación que una mala ejecución provocaría que ellas te consumieran–

–¿Cómo una combustión humana?– Danna lo comparo por el escozor en su ser.

–Exacto, Pitonisa me dijo que aquellos que juegan con fuego deben aprender a quemarse y ahora entiendo que aquella frase no solo es de forma figurada– dijo Liam tocando con la yema de sus dedos las runas grabadas sobre su piel.

–Yo las he visto, una vez cuando era una niña, aunque no sé por qué no las recuerdo del todo es como si…–

–Como si las olvidaras casi como un sueño–

–Verdad, es difícil de describir la sensación mi padre las recuerda bueno recuerda que de niña hablaba de runas una vez y después era como si nada–

–Pitonisa me enseño un poco de aquello, dice que el mundo que conocemos es más complejo de lo que parece, que la realidad solo es una neblina o ilusión que aceptamos como verdadera y única, que el ser humano no está preparado para descubrir lo que el mundo es en realidad y que es mejor si es así–

–pero, mi padre ¿Por qué las recuerda?–

–Creo que lo recuerda porque para él solo fueron garabatos de su hija en un intento de dibujar y al no ser precisas como tal no funcionaron y tampoco tuvieron efecto además los recuerdos con el cariño de tu padre son algo muy difícil de olvidar, puede ser una posibilidad–

Danna se quedó en silencio todo aquello era muy nuevo y aquel chico le hablaba con tanta seguridad.

–Es asombroso lo que hiciste– dijo Liam admirando los trazos  –pero no lo vuelvas hacer, Pitonisa me advirtió que esto es peligroso y mira a lo que nos ha llevado –

–Lo hice porque sentía que estabas en peligro– frunció el ceño.

–¿Lo sentías?–

–¡Sí! Lo sentía y déjame decirte que eres un tonto–

Liam se asombró de que una niña a quien no conocía lo llamara tonto sin motivo alguno.

–No sé qué haces ni lo que habrás hecho– continuó enojada –debes tener cuidado, tuve el cuerpo lleno de moretones por varios días además de un golpe que me noqueo–

Fue en ese instante que encajaba el reclamo hacia Liam recordando el día que había terminado con el cuerpo malherido en el entrenamiento con Gabriel.

–Lo siento…– musito de vergüenza.  

–Procura cuidarte más, ahora no solo eres tú, somos nosotros– reclamó Danna sin vacilación.

Liam se asombró como un vuelco repentino en su corazón algo que Danna también lo sintió, algo era cierto ambos agradecían no estar frente a frente en ese instante, ya que ambos terminaron con sus rostros sonrojados.

–Es… es... es difícil de explicar– excuso Liam volviendo a la cruel realidad –Por ahora necesito ir con mi familia–

–¿Están todos bien? ¿Huían de algo?–

–Lo están por ahora, pero creo que debes olvidarte de todo esto, si puedes tomar la vacuna y olvidarme sería lo mejor, ni siquiera me conoces, ni yo a ti– Liam no podía creer lo que decía  –es solo que…–

–¿Solo qué?– Danna enfurecía, había logrado que las runas funcionaran solo para recibir el rechazo de su alma gemela, no le enfurecía el propio rechazo sino el hecho de que él no apreciara el trabajo que tuvo que hacer y que ahora la negara –sé que esto de las almas gemelas es complicado, pero puedo escuchar por tu voz que no eres una mala persona aunque antes de seguir podrías…– Danna se sonrojó pasando del enojo al rubor.

–¿Podría hacer qué?– continuo Liam.

–¿Decirme tu nombre?–



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En el texto hay: decisiones, primer amor, destino elegidos

Editado: 10.08.2021

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