Cuando seamos Tú y Yo

***

La tarde llegaba lentamente arrastrando consigo el fin del día –Está todo bien, su recuperación es asombrosa– dijo el doctor sorprendido como si aquello fuese poco creíble  –lo tendremos en observación un par de días y podrá regresar a casa– continuo dando las buenas noticia a su familia.

–Liam– dijo su madre acercándose con su hermanita en brazos –regresaremos a casa a descansar un poco mañana volveremos en la mañana– le dio una sonrisa llena de esperanzas y alivio, pero su pequeña hermana tenía una sonrisa traviesa que ocultaba algo.

–¿Pasa algo?– pregunto Liam acomodándose en la cama  –¿Qué está pasando?– sonrió nervioso.

La sonrisa de su hermana pequeña era coqueta como si ocultara un secreto listo para salir.

–Danna– continuo su madre alegre –Danna está aquí–

Liam se sorprendió al escuchar su nombre intento acomodarse tan rápido como pudo, de arreglarse el cabello que traía despeinado intentando verse mejor si aquello pudiera ser posible apenas en su estado.

–Por favor, pasa– dijo con amabilidad su madre por el marco de la puerta de la habitación, mientras ella salía despidiéndose con un ademán.  

–Es muy bonita verdad mamá– dijo su hermanita por pasillo mientras se alejaban poco a poco con un cuchicheo entre ellas.

La habitación se inundó de un silencio apenas interrumpido por el pitar de las máquinas de signos vitales, Danna entro a la habitación con un rubor en las mejillas parándose en frente de la cama de Liam, mientras él trataba de sentarse torpemente, apretó los labios al sentir que sus brazos no tenían la fuerza suficiente.

–Hola, Liam– dijo Danna acercándose a un costado.

–Hola, Danna…– respondió Liam sentándose en la camilla.

La tensión se sentía en el aire.

–¿Cómo estás?– pregunto Danna mientras veía las runas en el brazo izquierdo de Liam, runas idénticas a las de ella en su brazo, aquellas que había trazado para comunicarse en el momento más desesperante de su vida y que ahora solo eran trazos cenizos que desaparecerían poco a poco.

–¿Me sientes?– interrumpió Liam avergonzado de ser tan directo –¿Sientes algo?–

Danna sabía perfectamente a lo que se refería no a su estado de salud sino a la conexión de las almas gemelas y la respuesta era más triste de lo que esperaba.

–No, no he sentido nada desde aquel día–

Liam confirmaba sus sospechas, la conexión entre ambos se había desvanecido, ‘¿Es mejor así?’ se preguntó, todo lo malo que sucedió hace un tiempo fue por culpa suya, de sus malas decisiones de tomar el camino fácil en la vida de tan solo…

–¿Cómo te sientes?– interrumpió Danna el silencio.

–No recuerdo mucho, cuando esa cosa me atrapo fue como si se metiera por cada poro de mi piel  y cada vez que lo hacía…–

–Sentías que te destruía y te quemaba por dentro– continuo Danna.

La mirada de Liam se posó en sus ojos, ella también había pasado por lo mismo una sensación que te consume no solo físicamente, es como si tomara el control de quién eres y te cambiara a la fuerza como si te obligara a cosas que no quieres, algo que tampoco te niegas a ser consumido, pero había algo más, noto en la piel de Danna un millar de runas dibujadas con una especia de lápiz blanco que se conectaban por todas partes como un laberinto interminable que se extendía desde su pecho cerca del corazón a todo su cuerpo.

–¿Qué te paso?– miro con tristeza los trazos.

–Cuando esa cosa te atrapo, me atrapo a mí también, la conexión me hacía experimentar lo mismo que tú sentías, podía sentir tu dolor, tu desesperación, como mi piel se quemaba consumida sin poder pelear, busque algo con que acabar con el dolor la jeringuilla estaba cerca de mí, desesperada logre tomarla y su calor acabo con la sensación que tenía, era como agarrar hierro al fuego vivo, pero era mucho mejor a aquello que nos consumía, lo acerque a mí– señalo su pecho –y todo aquello había desaparecido, fui cubierta por las runas, luego la clave en la espalda de esa cosa y todo exploto fui lanzada varios metros y no recuerdo mucho de lo que paso después, escuchaba voces lejanas todo era un caos, escuche que dos cuerpos habían sido encontrados, me asuste mucho que cuando desperté varios días después, pedí que me dijeran sobre ti. Solo me dijeron que estabas bien–

Liam no recordaba nada, Danna lo había salvado.

–Tú mama llamo a la mía y quedamos de acuerdo para que pudiera visitarte quise contarles lo que había pasado, pero según la policía todo era a causa de los alucinógenos– Danna sonaba un poco molesta de que casi nadie le creyera a excepción de sus padres –dicen que todo estará bien…–

–Creo que así está bien– corto Liam –creo que es mejor si nuestra conexión se ha cortado, no pude protegerte y casi hago que nos maten, te arriesgue y arriesgue a mi familia, si no fuera por Pitonisa tú jamás habrías salido de esa habitación yo habría muerto…– continúo echándose la culpa.

Danna le propino una bofetada a Liam, estaba cansada de escuchar lloriqueos de las cosas que pasan, entendía que la vida es caótica y que nuestras decisiones no siempre son acertadas, pero vivir en el que pasara la molestaba y más ahora que la actitud de Liam había cambiado quería volver a sentir la energía de un intrépido joven que luchaba por todo, que no le temía a dar el primer paso, pero también entendía que todo aquello se había salido de control, apenas estaban aprendiendo a vivir.



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En el texto hay: decisiones, primer amor, destino elegidos

Editado: 10.08.2021

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