Cuando te acuerdes de mí

POR EL UNIVERSO

   

El día se había convertido en algo que no había anticipado, Ulises y yo nos llevábamos mejor de lo pensado, era un hombre increíblemente inteligente, sabía lo que quería de su vida y quería estudiar cosas fascinantes, aunque era un poco reservado era tranquilo y tenía un sentido del humor fino.

— ¿Sabes que es el sol? — le pregunto después de cambiar el tema drásticamente y el asiente al instante.

—Claro… una estrella tipo-G ¿Cómo es posible que no lo sepas? Ahhh ya sé, de seguro lo enseñaron después de que te fuiste de la primaria. —responde y comienza a ser sarcástico de una forma que me molesta por completo, o tal vez él no es quien me molesta, tal vez lo que me molesta es que no sea Pancho con el que esté paseando en estos momentos, él que se emociona por las cosas que le cuento y sonríe como si acabara de inventarle lo que le digo.

—Claro que lo sé, solo te quería poner a prueba, escucha… iré a la cabaña, igual si no quieres estar solo rondando por ahí podríamos ver una peli o algo. — él me sonríe de inmediato y asiente.

—Sería genial, o así podríamos ver una serie sobre el Universo, aprenderías más.

—Sé muchísimo más de lo que crees …— me defiendo mientras caminamos de regreso a la cabaña, la tarde comienza a llegar y el frio con ella, así que preparo palomitas y me siento en el sillón con Ulises, ambos nos tapamos con una cobija sin coquetearnos, ambos sabemos que somos amigos y eso basta para no morir de frio.

— ¿Qué es lo que más te da curiosidad del Universo?— me pregunta tomando un sorbo de su soda.

—Su tamaño, es infinito… tanto que jamás podríamos saber por completo de que está compuesto, su belleza, ¿has visto las nebulosas? ¡Dios! Parecen obras de arte, me da curiosidad todo él, ¿Qué planeta es tu favorito? — le devuelvo una pregunta sonríe.

—Marte, parece estar tan solo, tan silencioso y sin embargo es tan llamativo, parece ocultar algo maravilloso en él, claro aún que los humanos mandaran al Curiosity y vean lo que hay ahí creo que no ven lo que realmente es ¿el tuyo?

—Júpiter…

—Si… pareces una mujer de Júpiter.

— ¿eso crees? Pues sí, sería mejor estar ahí, bueno… no por completo ya que es un planeta lleno de radiación, pero es mi favorito por que fue el primer planeta del sistema solar, me encanta que sea el Súper Héroe de la tierra y nadie lo valora, ya sabes…

—Si, por que Júpiter absorbe la pasara y meteoros que van rumbo a nuestro planeta…

— ¡Exacto! Es una maravilla…— y en lo que platico con Ulises la puerta de la cabaña se abre y entra Pancho cargando su mochila y nos mira, los dos nos volvemos a él como si nada.

— ¿Y saben cuál es mi planeta favorito? La tierra… porque así puedo sentarme con mi mejor amiga en el mundo mundial y comer palomitas con ella. —Nos dice un poco sobreactuado y se sienta en medio de los dos tapándose tambien y pasa un brazo a mis hombros jalándome contra él, de alguna manera sonrío al verlo, su presencia me hace sentir en paz ya que no sentí ninguna química con Ulises.

— ¿Qué no estarías en el día de alberca?— le pregunto y él mira a Ulises.

—Si Ulises, ¿No deberías estar con todos en la alberca?

—Te pregunto a ti Pancho… — le aclaro dándole un pequeño golpe en las costillas.

— ¡Auch! Si pero Geral y Alberto comenzaron de románticos y me harté, además quería comer algo y aproveche para venir y comer el chocolate.

—Bueno, el dejo— dice de repente Ulises quien se ríe de la actitud celosa de Pancho.

— ¡Oh no te vayas! Veamos esta película juntos…— le ruega Pancho y Ulises sonríe.

—Es un documental Pancho, y no te preocupes; prefiero invitar a Lina otro día a mi casa para estar a solas. Al fin tenemos mucho que platicar, mientras tú estés en tu luna de miel. — le oigo decir a Ulises y me enderezo cual ciervo que ha oído algún cazador, por otro lado Pancho tiene una ligera vena en la sien y mira un poco enfadado a Ulises.

— ¿Lina te gusta?

— ¡Pues claro que me gusta imbécil! Parece que eres el único idiota que los hombre la miran, es bonita, ¡es inteligente! Y tiene un buen corazón, yo no me iré por las ramas Francisco, si te casas yo voy por ella, así de fácil, no encuentras una Lina diario amigo. —Sus palabras me hacen sentir un calor en el corazón y Pancho asiente. — Buenas noches Lina, Pancho… — con una mirada se despide de él y sale de la cabaña, así que me paro y me dispongo de quitar el documental.

— ¡Espera! No lo quites, me encanta ver ese documental, aun que prefiero “Alienígenas Ancestrales” —me pasmo y lo miro.




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