cuando te conocí

capítulo 5

Carlos García es un practicante de la facultad de medicina, considero que es el mejor, por la forma en que ha tratado a mamá; cada vez que llegaba de visita al hospital me hacía bromas, si tuviera una lista de cada una de las burlas ahorcaría a Carlos con su estetoscopio. Pero la cara que tenía me dejaba bastante preocupado; hay un silencio entre nosotros dos, lo único que se escucha son las voces de los médicos que nos rodea, papá mira primero Carlos García y luego pasa su mirada ante mí. Se pasó la mano por el cabello, esta vez contagie de mi preocupación como una pandemia.

—Hola a ambos, estoy aquí— Carlos y yo volteamos nuestros rostros para ver a papá. Carlos conservaba el mismo rostro de preocupación, cuando Carlos dice que tiene una mala noticia es mejor estar preparado; —no tengo idea de esa mala noticia, es mejor que nos digas algo Carlos— A papá le era evidente verle, a kilómetros la angustia, cruce los dedos de ambas manos rogando que no esté pensando lo mismo que yo. “Mamá ha empeorado de salud”, algo mucho peor.

—buenas tardes señor Lisandro, no me percate de su presencia. Como le estaba comentando a su hijo: es una mala noticia…—

Una enfermera pasó por el lado de Carlos, se detuvo un momento, llevaba en sus manos una tabla con papeles sostenidos por una pinza, no pude ver que tenía los informes de nada sirve, si no entiendo su contenido que hay en los papeles que tiene la enfermara; en el cuello tenía un estetoscopio que no dejaba de manipular. No imaginé con la fuerza que apretó la tabla de informes de los pacientes es aterradora, cometí el error de mirarla a la cara, tiene una mirada que me está dando miedo. Pobres pacientes como sufrirán.

—Carlos García quienes son estas personas, ¿cómo así que les tienes una mala noticia? Espero que no sea una de tus bromas—

Carlos se dio la vuelta para quedar de frente con la enfermera, el muy tonto se le ocurrió hacerme una de sus tontas bromas, sentí unas inmensas ganas de golpearle la cara; mejor que no pase a la casa porque lo que le espera es peor. Pensándolo mejor lo invitare a la casa para tentarle trampa, me pagara esta y cada una de sus bromas.

—Doctora Margarita, desde cuando llego del largo viaje— La enfermera miró a Carlos con los ojos achicados conservando la tenebrosa mirada, no podía negar que es bastante bonita. A Carlos no le causa ningún temor; él siempre vive de flor en flor —Te presento a la familia de la paciente Lina, Arango es mi amigo desde que estudiamos en la escuela—

Papá abrió los ojos del asombro, parecía que estos estaban a punto de salirse de sus órbitas. Sus vistas se detuvieron en el rostro de la enfermera como si ella fuera un fantasma que papá podía ver; la enfermera se dio cuenta que papá no dejaba de observarla, en cuanto abrió la boca para hablar papá se le adelanto.

—Margarita, no puedo creer que sea tu, mírate como te ves de hermosa; los años no te ha tocado para nada—

Carlos y yo nos miramos a la cara bastante extrañados por el comportamiento de papá, es como si conociera a la enfermera. Carlos se me acerco al oído.

— ¿Tu papá se encuentra bien? — No dejaba de observar a papá y la enfermera —claro que sí, porque me preguntas—

—Por la forma en cómo se dirigió tu papá a la enfermera, si quieres lo reiniciamos le doy un golpe en la cabeza; que se desmayó lo primero que se nos venga a la cabeza— agarré a Carlos del brazo y me acerque a su oído —es mi papá idiota, como piensas algo así— Carlos se reía de mi comportamiento. Siempre se burla de mí.

—Disculpe señor ¿nos conocemos? — Me estaba preparando para salir huyendo del hospital con mis padres en el caso que nos fulmine con la mirada; es una mujer solterona y no tiene esposo me compadezco de la pobre. —Es mejor que no se tome confianza que no le pertenece, agradezca que mi esposo no se encuentra trabajando en el mismo hospital—

Pensé demasiado tarde, creí que era una señora solterona con cara de que me miras; resulta ser de que es casada pobre hombre como será torturado con esta mujer. Si veo el esposo le gritare con todas mis fuerzas ¡corre por tu vida amigo!

—No puedo creer que la enfermera, se olvide de sus amigos de la infancia; ¿no te recuerdas cuando rompimos el vidrio de la oficina del director? Le dije al director que rompí el vidrio, pero tu interviniste; para decirle que el balón del fútbol venia de la calle y entro por la ventana por una fuerza misteriosa—

Me acerqué un poco a Carlos para susurrarle al oído la propuesta que me hizo un momento, pero la aplicare a la enfermera; esa risa de la enfermera es de un psicópata. Lo sé porque he visto esas películas de terror.

—Carlos acepto tu propuesta— El silencio se adueñó de todo el lugar, permitiéndome maquillar un poco el plan malvado. —Esta es la idea escucha con atención para no repetir— mi papá y la enfermera conversaba con confianza, se reían como si el destino les cruzara en el camino.

—Vas, buscas los interruptores del hospital, en cuanto te envié un mensaje cortas la energía— De repente Carlos me sacude con fuerza, como un trapo de la cocina. —No entiendo por qué quieres que corte la energía—

Quité su mano de mi brazo, para que dejara de sacudirme. Me estoy empezando a marear.

—Deja de sacudirme y no me interrumpa, golpeare a la enfermera. Porque no me gusta que coquetee con papá, ¿es mucho pedir? —




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.