Brianna-
—¡¿A dónde demonios te habías ido?! —grita Estrella al verme —¡Nos despertamos ayer y no estabas! Solo se encontraba tu teléfono en tu cama y no pudiste dejar ni siquiera una maldita nota. Estaba tan preocupada por ti que devore todas las galletas por la ansiedad —miro a Jazmín y Hannah quienes asienten.
—Disculpa, es que Alex y yo decidimos escaparnos sin decirle a nadie.
—¿Estabas con Alex?.
—Si —asiento varias veces.
—Siendo así, me alegro por ti —me sonríe y vuelve a su asiento.
—Tu bipolaridad me da tortícolis —me siento.
Hannah pone un plato de hotcake frente a mí. Le sonrió en agradecimiento.
—¿Cómo sabias que vendría? —pregunto comenzando a comer.
—Es que te conozco demasiado —mira a Estrella y a Jazmín —. Es momento de que ustedes paguen, gane la apuesta —extiende la mano.
Estrella y Jazmín sacan un billete de sus bolsillos y los depositan en su mano.
¿Acaba de pasar lo que creo?.
—No puedo creer que hayan apostado que no vendría —me quejo.
—Yo dije que llegarías al desayuno, Estrella dijo que ibas aparecer en el trabajo y Jazmín a que llegarías esta noche. Gastaré este dinero reponiendo el gabinete de chucherías —se sienta con nosotras.
—Al menos usarás nuestro dinero para reponer lo que me comí —se encoge de hombros Estrella.
—En cambio, mi dinero lo usarán para compensar tu error —termina de comer Jazmín.
—Termina de comer rápido que tienes que ir a cambiarte de ropa, y se está haciendo tarde para ir a trabajar —comenta Hannah mirándome.
—Está bien. Me tardaré 10 minutos, ya vuelvo —salgo corriendo a mí habitación.
—¡Genial! El auto no quiere encender. No podríamos tener más suerte.
—¿Podrías callarte, Estrella? No me dejas pensar —vuelve a girar la llave. Sin resultado.
—¿Qué vas a solucionar pensando? Hasta donde yo se, no sabes nada de mecánica —reprocha Estrella a Hannah.
—Esperen, ¿El martes pasado no había que llevar el auto al taller para mantenimiento? —recuerda Hannah.
—Ahora que lo mencionas, si teníamos que llevarlo pero se nos olvidó —me encogí de hombros.
—Quedamos en que lo llevaría al taller a quien le tocará conducir ese día —comenta Hannah. Voltemos a mirar a Jazmín con evidente decepción.
—Se me olvidó —susurra. No dejamos de mirarla —. Ese día estaba conflictiva conmigo misma, tenía cosas que resolver y pensar, les juro que no lo recordé ni siquiera por un instante —justifica.
—Además estaba con Ethan así que no estaba usando la cabeza.
—Muy graciosa, Estrella —le dedica una sonrisa fingida.
—¿Ahora que haremos? Podríamos tomar un taxi —sugiero.
—La última vez que subimos a algún taxi, éste se desvió mucho del lugar que le indicamos y nos bajamos apresuradamente —recordó Jazmín.
—Puede que haya sido nuestra imaginación, pero en ese momento sí entré en pánico —admito.
—Lo cierto es, que no dejaba de mirarme el escote. Era un imbécil —suelta Hannah.
Nos bajamos del auto en silencio.
—Esperemos aquí, Chris vendrá por nosotras.
—¿Te coloco un rastreador o algo por el estilo? —Estrella la mira sin entender —¿Cómo supo que estamos varadas aquí?.
—Acabo de escribirle —levanta el teléfono.
—Tienes que aceptar que fue una pregunta muy estúpida, Hannah —se burla Jazmín.
—Parece que tú relación con Chris va mejorando —levanto las cejas —Debes tener al hombre ansioso por un beso —Estrella sonríe.
—A decir verdad, también estoy ansiosa pero por hacer mucho más que eso.
La miro atónita. Jazmín y Hannah detienen su discusión en el momento en que Estrella pronunció esa oración.
—¡Estoy tan orgullosa de ti! —Hannah se abalanza sobre ella —¡Al fin tendrás una noche salvaje con Ethan! Tienes a ese hombre deseándote con cada fibra de su ser. Se pondrá feliz cuando sepa que dejara de tener una relación sexual con su mano derecha.
Jazmín y yo estallamos en carcajadas, las mejillas de Estrella se tiñen de rojo.
A pesar de haber mantenido una relación antes, Estrella no estaba preparada para comenzar una relación sexual, Christopher lo comprendió y respeto la decisión de ella. Es un hombre que vale la pena.
—Sonará extraño pero me alegro mucho por él —comenta Jazmín.
—Igual yo —confieso.
—Ahora solo falta que Jazmín termine con el idiota de Carlos y seremos totalmente felices —comenta Hannah con una sonrisa en los labios.
—¿Qué tiene que ver mi vida sexual con tu felicidad?.
—No lo digo por ti, lo digo pensando en Chris.
—Termine con Carlos —volvemos a quedar en silencio pero está vez mirando a Jazmín.
—¡No juegues con nosotras! —exclamó.
—Estoy diciendo la verdad —todas gritamos de felicidad y nos lanzamos sobre ella.
—¡Espero que nunca vuelvas con ese imbécil!.
—¡No vamos a tener que ver más su estúpido rostro!.
—¡Gracias al cielo!.
—Ahora pondré todo mi esfuerzo en volver con Ethan —dice animada.
—¿No deberías tomarte un tiempo? Digo, para procesar todo lo malo de tu relación y no volver a pasar por eso —sugiere Hannah. Todas asentimos.
El sonido de un claxon interrumpe nuestra conversación, un auto se estaciona frente a nosotras.
—Podrían haber esperado por mí en la calle, no aquí en el estacionamiento —comenta Chris bajando la ventanilla.
—Lo siento, nos quedamos conversando y perdimos la noción del tiempo —justificó.
—Me alegra ver, que ustedes no cambian —nos dedica una sonrisa sincera.
—¿A dónde vas? —pregunta Alex cuando me levanto de la cama.
—Tengo que ir a trabajar.
—¿Trabajar es más importante que dormir un rato más conmigo?.
—Si, si lo es. Así que tienes que levantarte, recuerda que prometiste llevarme al trabajo.