Jazmín-
—¡Brianna podrías darte prisa! Alex llegará por nosotras en unos minutos —informo viendo mi reloj.
Medio cuerpo de Brianna se asoma por el pasillo.
—Saldré en un minuto, solo me falta buscar mi bolsa en el casillero.
—Ve rápido —me sonríe antes de desaparecer.
Me acerco al escritorio de la recepción. La señora Jones está terminando de acomodar su área.
—¿Quiere que la ayude? —me ofrezco.
—No querida, puedo hacerlo sola —niega con la mano —Mejor, cuéntame cómo has estado, últimamente te he tomado más alegre.
—Si lo estoy —sonrió —He hecho algunos cambios en mi vida.
—Puedo notarlo, hasta te hiciste un nuevo peinado —señala.
—Tengo tendencia a cerrar etapas de esta manera —tocó mi cabello.
—Te queda de maravilla —me sonríe.
—¡Gracias! —sonrió de vuelta.
Miro de nuevo el reloj. ¿En dónde está Brianna?.
—Sabía que estarías aquí —dice una voz a mis espaldas, quedó inmóvil.
¿Qué hace él aquí? No debería de estar aquí ¿Por qué demonios está aquí?.
Giro lentamente. —¿Qué se te ofrece? —pregunto lo más seco que puedo.
—Vamos Jazmín, no vas a fingir ser indiferente conmigo, porque no te queda —no respondo —¿Ni siquiera piensas hablarme? Decirme algo como "Hola Carlos, me alegra verte" —una sonrisa burlona adorna sus labios.
Justo ahora, me da tanto asco.
—Estaría mintiendo si dijera algo así —escupo —Porque no quiero volver a verte, pensé que eso había quedado claro.
—Sé que no hablas en serio —su sonrisa se borra ligeramente.
—Estoy hablando muy en serio —me acerco a él lentamente —No quiero saber nada de ti. Ya te lo había dicho en el momento que termine contigo.
—Pensé que no hablabas en serio. Jazmín, bebé, haz intentado terminar conmigo muchas veces pero siempre vuelves a estar rendida a mis pies, esta vez no será diferente —acerca una mano a mí cintura. Lo alejó.
—Te aseguro que eso no volverá a pasar. ¡Me das asco! En realidad, también me asquea la actitud que tenía contigo. Cómo me deje pisotear por un imbécil como tú ¡Jamás volveré a rebajarme a ese nivel! Y mucho menos volveré contigo ¡No te soporto! No quiero volver a... —un golpe impacta en mi mejilla.
¿Acaba de golpearme?.
El miedo recorre mi sistema, tocó mi mejilla y una punzada de dolor me da la respuesta.
Se atrevió a golpearme. Tengo que hacer algo, pero no puedo moverme. No puedo dejar la posición en que me encuentro, justo ahora me siento tan indefensa.
Estoy totalmente desprotegida, puede volver a golpearme si quiere. Las lágrimas comienzan a bajar por mis mejillas.
—¡¿Qué crees que estás haciendo?! ¡Eres un desgraciado poco hombre! ¿Cómo pudiste golpearla? —la voz de Brianna resuena en mis oídos.
¡Vete! No dejes que te haga lo mismo. Trato decirle pero mi voz no me sale.
Maldición, me siento tan patética.
El sonido de otro golpe capta mi atención, rompiendo mi estado de shock, busco con la mirada a Brianna.
La encuentro de pie, frente a Carlos. Tiene un brazo levantado hacia mí, dándole a entender que quiere defenderme. Su mirada está fija en el suelo. Me acerco lentamente encontrándome con Carlos.
Está de rodillas tocando su nariz, aleja ligeramente esa mano y la sangre se hace presente.
¡¿Acaba de romperle la nariz?! Esas clases de defensa personal que Hannah nos obligo a tomar funcionaron. Si solo yo hubiera previsto el golpe, habría hecho lo mismo.
—¡Acabas de golpearme! —grita —No sabes con quién te has metido, perra —se levanta rápidamente del suelo.
Por instinto me coloco detrás de Brianna, quién no ha movido ni un músculo, el grito de Carlos no ha logrado intiminarla. Lo mira directamente a los ojos en señal de desafío, Carlos le dedica una sonrisa cínica.
—No logré asustarte. Es impresionante pero eso no me impide golpearte, cómo lo hice con aquella zorra —me señala con la cabeza —Pero esta vez habrá una gran diferencia, disfrutaré mucho hacer esto.
Levanta el brazo lentamente, disfrutando de la mirada aterrorizada que tengo y de la manera indiferente que Brianna lo ve.
Tengo que hacer algo ¿Pero qué?.
Las lágrimas amenazan por salir.
En cuestión de segundos levanta el brazo completamente apuntando hacia Brianna. Cierro los ojos.
¿Por qué me siento como una auténtica cobarde? Va a golpearla, si no hago nada va hacerlo. No puedo, yo no puedo.. ¡No puedo dejar que eso pase!.
—¡No! —grito a todo pulmón alejando a Brianna de él.
Abro los ojos para cerciorarme que no le ha sucedido nada.
Una mano sostiene el brazo de Carlos. Los ojos de Alex destellan ira.
No es para menos, estuvieron a punto de golpear a su novia.
De repente Carlos se encuentra en el suelo tocándose la mandíbula, Alex se posiciona frente a nosotras y mi respiración se normaliza.
—¿Estás bien? —Brianna se voltea a mirarme. Asiento.
No creo poder hablar, tampoco tengo ganas de hacerlo.
El sonido de una patrulla se hace presente. Policías van directo hacia Alex, quién se encuentra encima de Carlos proporcionándole una golpiza.
¿En qué momento volvió abalanzarse sobre él?.
Hannah entra en escena caminando directamente hacia nosotras. Sin pensarlo camino hacia ella y la abrazo, me corresponde sin dudarlo.
—Lo siento tanto —dejo a mis lágrimas salir —Si te hubiera escuchado cuando dijiste que no valía la pena o si hubiera prestado más atención en la clase de defensa personal esto no habría pasado —acaricia mi espalda.
—Tranquila, no tienes porqué disculparte. No fue tu culpa —sollozó —Hay muchos tipos como él, esos degenerados son los únicos culpables. No puedes permitir que esto vuelva a pasar, es tu primera experiencia de este tipo y definitivamente tiene que ser la última.
Abrazo a Hannah con más fuerza. Por alguna razón, me transmite mucha seguridad.