Brianna-
—¿Estás seguro que Estrella no llegará pronto? —cuestiona Taylor subiendo la escalera.
—Ya dije que no —voltea los ojos.
—Más vale que tengas razón, Christopher. Sino vas a tener que agarrarme porque si aparece por esa puerta tendré que lanzarme para esconder las cosas.
—Te prometo que te voy atajar. Ahora coloca esas luces en su lugar.
—¿Crees que le gustarán estás luces? —pregunta Jazmín dándole la caja a Taylor.
—Si, son como beige y otras son blancas. Le dará un toque vintage —señala dónde las colocaremos —. O eso dijo el de la tienda —Jazmín suelta una risa.
—Todo quedará bien —pongo un florero en medio de la mesa —. Sin importar que la decoración nos caiga encima, le encantará.
Me sonríe.
—Gracias Anna. Ahora sí me disculpas le diré a Taylor que acomode bien las luces —se aleja rápidamente.
Parece que mi comentario solo lo alarmó.
—¿Dónde colocamos las lámparas?.
—Pregúntale a Taylor, es está a cargo de la decoración del techo —fijo la vista en Alex —. ¿Qué te parece? ¿No crees que está muy exagerado?.
Acomodo por quinta vez la posición de las flores y los saleros.
—No, me parece el toque justo de extravagante —suelto una risa —. Si se viera sencillo desentona con el resto de la decoración.
—¡Escuché lo que dijiste! —exclama Chris desde el otro lado —. Deja de decir boberías y continúa trabajando —regaña.
—Si así se comporta cuando está en la empresa, prefiero al Chris despreocupado.
—Cuando está en el trabajo en un verdadero dolor de cabeza, compadezco a su asistente, fuera ella y ya hubiera renunciado —suelto otra risa.
—¿En serio, Alex? ¿Sigues de holgazán?.
—Si sigues de mandón formaré un sindicato.
—¿Quién querría participar en semejante estupidez?.
—¡Todos! —exclama Ethan y asentimos.
Tengo que admitir que se ha comportado como un total imbécil. Sabemos que está nervioso, emocionado y hasta un poco ansioso, pero lleva toda la mañana gritando que debemos hacer.
Chris nos mira unos segundos y luego sacude su cabello.
—Chicos en serio lo siento, ahora que lo mencionan me pase un poco de la raya.
—¡¿Un poco?! —comenta Taylor indignado.
El pobre de Taylor es el que ha recibido má órdenes de su parte.
—Me he pasado mucho de la raya —corrige mirando a Taylor —. Es que quiero que todo sea perfecto, cómo saben hoy le pediré a Estrella que salgamos formalmente, y una parte de mi está dudando si este es el momento indicado.
—Amigo, has estado planeando está cita desde que llegamos. No pudiste hacerla en la cuidad pero eso no te hizo desistir, trajiste para acá toda la decoración, y por eso es que te estamos ayudando —ánima Ethan —. Porque sin importar la adversidad decidiste no rendirte.
Chris le responde con una sonrisa.
—¿Por qué crees que he tolerado tus gritos la mayor parte de la mañana? Además de aguantar las inmensas ganas que tenía que lanzarte un golpe, porque los quiero a ambos, y también quiero que estén juntos.
—Eso fue hermoso de tu parte, Taylor —dice Chris sarcástico.
—Fue desde el fondo de mi corazón.
Todos reímos.
—¿Podrían ayudarme un poco más? Aún tenemos que terminar la decoración, y luego preparar la comida, ¿Creen que podrían soportar mi actitud un poco más?.
—Por supuesto —afirma Hannah —. ¿Verdad chicos? —asentimos.
—Entonces, ¿Tu plan de formar un sindicato sigue en pie? —pregunta mirando a Alex.
—No —Chris sonríe —, al menos no por el momento.
Suelta una risa.
—¡Acaban de llegar! —Hannah aparece en la cocina — ¡Ya llegaron y aún no terminamos la cena!.
—¡Hay que distraerla! —propone Ethan.
—¡¿Pero cómo?! —exclamo ansiosa.
—¡No sé! ¡No se me ocurre nada! —responde caminando de un lado a otro.
Hannah vuelve a desaparecer en el pasillo. Va a darnos un poco de tiempo, tenemos que pensar en algo.
—¡¿Por qué no hicimos un plan de emergencia?! ¡Hubiera servido en esta situación! —exclama Chris nervioso.
—¡Tú eres el dictador! ¡Tú debiste de pensar en el plan de contingencia! —reprocha Taylor.
—¡¿Yo?! ¿Por qué no lo hiciste tú si te la das de listo?.
—Chicos —dice Jazmín.
—¡¿Quieres que te enseñé que tan listo puedo ser?! —Taylor se quita el delantal de flores.
—¿Quieres pelear? ¡Pues peleemos! —empieza a deshacerse de su delantal de corazones.
Esto será muy gracioso, pero no tenemos tiempo.
—¡Ya basta! —grita Jazmín captando su atención —¡¿Pueden dejar de comportarse como un par de imbéciles?! ¡Estrella está a punto de llegar y no creo que Hannah pueda darnos más tiempo para que ustedes lo desperdicien peleando! —suelta rápidamente.
—Como no hemos terminado tenemos que evitar de Estrella entre a la cocina, ¿Alguien tiene un plan? —miro a los chicos.
—¿En qué momento se fue Hannah? —pregunta Taylor realmente confundido. Volteo los ojos.
Son tan idiotas que no se habían dado cuenta.
—Yo tengo un plan —pongo mi atención en Jazmín —, solo necesito tu ayuda.
—¡Perfecto! Ustedes continúen cocinando, y si vuelven a pelear los caeré a puñetazos —amenazo.
—¿Cómo sabrías que peleamos? En tal caso, no te lo vamos a decir.
—Alex me lo dirá —respondo segura.
Suelta una carcajada. —¿Estás segura de eso?.
—Por supuesto que se lo diré —Taylor y Chris lo miran indignados —. ¿Qué? No me miren así, ella manda.
—Me siento traicionado —Taylor toca su pecho como si le hubieran roto el corazón.
—Lo siento, fui domado —los tres se abrazan dándole una palmaditas a Alex.
—Si son estúpidos —Jazmín cierra los ojos, suelto una carcajada.
Jazmín toma mi mano y salimos de la cocina.
Corremos hacia la puerta principal, justo al lado de las escaleras que llevan al segundo piso.