Cuando te Encuentre

Capítulo 25

Estrella-

—Ambas están castigadas hasta nuevo aviso —bajan la cabeza resignadas.

—¿Cómo vas a castigarlas? —cuestiona Hannah alisando mi cabello.

Es una buena pregunta, no había pensado en ello. Simplemente me deje llevar por lo bien que sonaba en mi cabeza.

Observó a Anna y Jazmín mirar el suelo. Están tan arrepentidas que no se han dado cuenta de la falacia que acabo de de decir.

—¿Podrían decirme por qué lo hicieron?.

Jazmín es la primera en mirarme.

—Fue lo primero que se me ocurrió, y es toda mi culpa, no de Anna.

—Yo te apoye, así que es de ambas —interrumpe a Jazmín.

—Esta bien, pero eso no explica el porqué lo hicieron —me miran confundidas.

—¿No te has dado cuenta?.

—¿Darme cuenta de qué?.

Jazmín y Anna miran a Hannah con un destello burlón en sus ojos, y sueltan una carcajada.

¿Qué demonios?.

—¿Cómo es posible que lo haya deducido ya? —dice Jazmín entre risas.

—Tal vez ni siquiera ha notado lo que he estado haciendo —Hannah suelta otra carcajada.

¿De qué están hablando?.

Me acerco al espejo y tapo mi boca ahogando un pequeño grito.

¡¿Pero qué demonios?! ¿En qué momento me cambie de ropa y arreglaron mi cabello? ¿Acaso fui drogada sin darme cuenta?.

Las risas se hacen más fuertes. Están disfrutando de mí expresión de confusión, debería volver a regañarlas.

¡Un momento! Cuando estaba regañando a Brianna y Jazmín recuerdo que Hannah me daba cosas para colocarme. Sin embargo, no le preste mucha atención, estaba absorta en reprenderlas por su error que no me fijé en lo que hacía.

Cielos, ¿Quién se viste sin darse cuenta?.

—Ya dejen de reírse y díganme qué sucede aquí.

—¿Te funciona el cerebro de nuevo? —volteo los ojos.

—Muy graciosa, Hannah. Ahora ve con ese ánimo a terminar de arreglarme.

Aunque no sepa para qué.

—Igual de mandona que Chris, son tal para cual —murmura agarrando la alisadora.

Enfoco la mirada en las otras dos, me observan en completo silencio.

Tengo el presentimiento de que habría sido un buen dictador.

—¿Van a decirle qué ocurre?.

Se miran entre ellas tratando de decidir que van a decirme.

—Chris organizo una sorpresa para ti —suelta Jazmín haciendo que Anna golpeé su frente.

¿Una sorpresa?.

—¿Qué clase de sorpresa?.

Anna tapa la boca de Jazmín antes de que suelte alguna palabra.

—Una que te encantará —se limita a decir y me sonríe.

¡¿Qué demonios?!.

 

 

 

 

 

 

—¿Chris? —miro al final de las escaleras.

Me siento un poco incómoda usando el vestido que Hannah eligió para mí. O mejor dicho, que me obligó a usar alegando que con esto recompensaba a Chris por ayudar a Anna aquel día.

Yo estaba con él en el preciso momento en que llamó, el rostro de Chris se oscureció, se levantó de su asiento y se fue sin decir una palabra. 

Quería gritar y preguntarle qué sucedió pero el señor Callaghan, que estaba a mi lado, también lo vio alejarse igual de confundido.

Al llegar a casa, corrí hacia la habitación de Jazmín, algo en mi interior me decía que esa llamada había tenido que ver con ella, al abrir la puerta la vi dormir abrazada al pecho de Chris.

Una punzada de celos me alcanzó aunque sabía que era el abrazo menos romántico de la historia. No obstante, cuando Anna me contó lo sucedido esa punzada desapareció por completo.

—¡Espera ahí! ¡Voy por ti!.

La voz de Chris me saca de mis pensamientos. Me quedó en el mismo lugar cuando lo veo bajar las escaleras rápidamente.

Lleva puesto una camisa con lo primeros dos botones abiertos, un pantalón negro y unos zapatos de vestir. Su atuendo casual-elegante combina a la perfección con mi vestido escotado color rojo.

Me mira con una sonrisa en sus labios haciendo que me sonroje. 

Mi corazón late tan rápido que siento que se va a salir de mi pecho y caer en sus manos.

—Pondré esto sobre tus ojos —saca una venda de su bolsillo —. Espero que no te moleste —niego incapaz de confiar en mí voz.

Se coloca a mi espalda y mi visión se oscurece. Mis nervios aumentan con cada escalón que subimos.

La mano de Chris sostiene fuertemente mi cintura, guiando cada paso que doy.

—Soleil —susurra junto a mí oído, siento una corriente eléctrica recorrer todo mi sistema —, te ves increíblemente hermosa está noche.

Sentir su respiración tan cerca de mí piel, hace a mis piernas flaquear. De no tener el brazo de Chris aferrado a mí, justo ahora estaría cayendo por las escaleras embobada por su presencia.

—¿Estás bien? Te noto un poco distraída —un cosquilleo recorre mi espalda.

—Tu cercanía está afectando mi juicio —respondo sin pensar —, y estoy tratando de controlarme.

—Me alegra saber que no soy el único —deposita un beso en hombro cuando llegamos arriba.

Cierro los ojos tratando de mantener a raya las exigentes ganas que tengo de lanzarme sobre él. 

Aunque siempre ha sido así, él es el único ser humano capaz de provocar tantas sensaciones en mí. Él único hombre al que he considerado darle cada parte de mí.

Coloca su mano en la parte baja de mi espalda y abro los ojos. 

¿En qué momento se deshizo de la venda?.

El cielo nocturno, las luces tenues y las estrellas hacen que me quedé sin aliento. Todo fluye con tanta armonía que no parece real, es como una escena o una imagen de revista, algo que nunca pensaste que tendrías frente a tus ojos.

—¿Cuándo planeaste todo esto? —me fijo en cada detalle. En las flores, las luces, las velas, en todo lo que consiste —. Es sumamente hermoso.

—Me alegra que pienses eso —suspira —. Quería que está sorpresa te dejará sin palabras.

Acarició su mejilla.



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En el texto hay: reencuentro, comediaromantica, amistad

Editado: 26.01.2021

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