Brianna-
—Esto es vida —Hannah bebe un poco de su chocolate caliente —. No recuerdo cuando fue la última vez que tome vacaciones.
—Ser detective es difícil —se compadece Ethan mientras asiente.
—No tienes idea de cuánto —asiente comiendo una galleta.
—Ya era momento de que te tomarás vacaciones. Muchísimas veces le dije que se tomará unos días para sí misma —recuerda Estrella.
—Pues déjame decirte que planeo tomar más tiempo para mí, ya que ahora descubrí una casa en la playa y una mansión en la montaña.
—Y las demás sorpresas que nos esperan —dice Jazmín emocionada.
Continuó viendo la televisión mientras escucho su conversión.
No me dejan ver mi película en paz.
—Aunque lo único que extraño es mi teléfono —confiesa Hannah —. Quisiera tomarme algunas fotos y subirlas.
—Pero no puedes, porque eso... —reprende Taylor.
—... Podría ser muy peligroso —termina Hannah. Voltea los ojos —. Lo sé, solo fue un comentario casual.
—Podría haber una solución para eso —hablo por primera vez.
—¿Cuál? —Hannah me mira con una sonrisa.
—En una habitación vi una cámara digital, podríamos tomar fotos e imprimirlas en el estudio. Así podríamos cumplir tu deseo —la sonrisa de Hannah se ensancha.
—¡Es una fabulosa idea! ¿Dónde está? —se levanta de golpe —. ¡Vamos a buscarla!.
Sonrió.
—Esta en uno de los estantes del estudio —recuerdo.
—Yo no había notado que había una cámara ahí —comenta Jazmín.
—Es mi casa y no recuerdo que hubiera una cámara —pone una mano bajo su barbilla —. ¡Ah! Ya recordé, es de mi prima. La dejo aquí la última vez que vino. Bueno le avisaré que ya es mía —se levanta del sofá en busca de su computadora.
Jazmín suelta una risa.
—Vamos a prepararnos —me mira sonriendo.
—¿Prepararnos para qué? —la miro confundida.
—¡Para la sesión de fotos! —exclama cómo si fuera obvio.
¿Desde cuándo será una sesión de fotos?.
—Yo tenía planeado aparecer así —miro mi pijama.
—¿En serio?.
—Si —subo los hombres.
—¿Muy en serio?.
—Muy en serio.
—Eres de lo peor —voltea los ojos dándose por vencida.
Suelto una carcajada.
—Así es mejor, salimos al natural, justo cómo estamos ahora —intento convencerla.
—No intentes convencerme con tu psicología barata —suelta volteando los ojos de nuevo.
La miro en silencio con una sonrisa burlona. Ella me dedica miradas furtivas.
Suspira.
—Bueno, puede que tengas razón. Así sería más realista —concede —. Pero de todas formas no me gusto tú actitud.
—Esta bien —le sonrió.
—¡Aquí está! —aparece Hannah emocionada —. ¿Qué capturamos primero?.
—Podríamos tomar fotos de los lugares de la casa que más nos han gustado —propone Jazmín.
—Yo propongo que sea en la sala de estar, justo aquí —dice Alex —. Hemos pasado la mayor parte del día en este sillón. Es el lugar de la casa que más nos ha gustado.
—Eso es cierto —apoya Chris —. Estoy a unas horas de fusionarme con él y convertirme en parte de la decoración.
—Necesitamos hacer algo más, urgentemente —concuerda Estrella.
—Recorramos la casa y a medida que avancemos encontraremos algo por fotografiar —propone Taylor —. ¿Están de acuerdo?.
Asentimos.
—¡Bien! ¡Comencemos! —Hannah camina hacia el piso de arriba de forma animada.
Taylor la mira sonriendo.
—Amo cuando actúa así —murmura para sí mismo.
Sonrió mirando hacia otra dirección.
No quiero incomodarlo, se supone que no debía escuchar lo que dijo, pero como estoy junto a él me fue imposible. Aún así, me alegra muchísimo saber que el corazón de ninguno de los chicos, ahora hombres, cambio sin importar nuestra ausencia.
—Vamos —Alex toma mi mano —. Si no subimos Hannah empezará a llamarnos.
Río subiendo las escaleras aún tomada de su mano.
Una luz llama mi atención.
Hannah apunta la cámara hacia nosotros.
—¿Acabas de tomarnos una foto? —pregunto sonriendo.
—Si, ustedes son mis primeras víctimas.
—¿Qué tiene de especial una fotografía subiendo la escalera? —cuestiona Alex con una sonrisa.
—Nada —sube los hombros —. Solo quise tomarla. Y ya dejen de cuestionar lo que hago —dice perdiéndose en el pasillo.
Vamos en esa dirección.
Entramos a la biblioteca de la casa.
Esta es nuestra sala favorita de la casa, desde que la encontró Jazmín hemos venido a sumergirnos en un libro.
—¿Quieres que pongamos alguna pose? —le pregunta Jazmín a Hannah.
—No, he tomado fotos desde que entramos. Al natural es mejor.
—De ser así necesito música.
Chris agarra su laptop, la cual está en la mesa de centro, teclea unos segundos y luego la música se hace presente.
Summer de Calvin Harris resuena en los altavoces.
Chris toma a Estrella y comienza a moverse al ritmo de la canción.
Jazmín me toma por el brazo y comenzamos a dar pequeños saltitos por la habitación.
Todos estamos sintiendo la música recorrer muestro cuerpo, moviendo cada fibra de nuestro ser.
Éste momento de alegría irracional, de movimientos sin sentido, une nuestros corazones de un modo incomprensible. Convirtiéndonos en una sola voz, gritando a todo pulmón, saltando con todas nuestras ganas y viviendo como si no hubiera mañana.
Porque nada más existe, nada más que este instante que estamos haciendo nuestro.