Cuando te Encuentre

Capítulo 33

Brianna-

—Los cambios de clima repentinos van a matarnos —digo quitándome el sudor de la frente.

—¿Soy yo o hace más calor? —pregunta Estrella sentándose en un mueble del pórtico.

—Pasar días en un lugar frío no tendrá nada que ver, ¿Cierto? —cuestiona Jazmín mirándonos a todos.

—Yo creo que sí —respondo sentándome junto a Estrella.

—Definitivamente la casa en la montaña es mi favorita —con un pañuelo se quita el sudor —. No extrañaba sudar, ni siquiera un poco.

—¿Cuánto creen que se tarden los chicos? —miro a la distancia —. Si nos tomo 15 minutos llegar hasta aquí, imagínate a ellos que traen las maletas.

—No entiendo quién en su sano juicio pone un estacionamiento tan lejos de la puerta principal. Y yo creía que la casa de Ethan estaba lejos —se queja Hannah.

—Para sacarme de aquí será cargada, porque no pienso moverme a ninguna parte —dice Jazmín mirando en la misma dirección que yo.

—Ni siquiera noté como era la propiedad. Quería refugiarme en la sombra lo más rápido posible —comenta Estrella.

—Todas queríamos eso —suelta Hannah.

A la distancia comienzo a notar que un vehículo se acerca. ¿Mi imaginación me estará jugando una broma? ¿El calor me está causando alucinaciones?. 

Por supuesto que no, ni que estuviéramos en el Sahara.

Entonces, ¿Qué demonios es eso?.

—Chicas, ¿También ven esa cosa que se acerca? —no quitó la vista del objeto sospechoso.

—Si —murmura Estrella.

—¿El estacionamiento no está por allá? ¿Qué hace ese auto por aquí? —la voz de Jazmín es urgente.

Miro su rostro sin saber que responder.

—Tranquilas, estoy preparada —Hannah saca una semiautomática de su espalda —. Calma, estaremos bien.

La coloca en un costado quitándole el seguro. Tiene la vista fija en el objetivo, su mirada es fría pero serena.

El miedo se apodera de mi. Siento el sudor frío bajar como gotas por mi cuerpo, mis manos tiemblan y estoy a punto de vomitar.

Me quedó atónita en mi lugar, el miedo no deja que mueva un músculo y a la vez me mantiene alerta. Esperando que aquel sospechoso auto se acerque lo suficiente para decidir que hacer.

Pero, ¿Qué podría ser?. No hay lugar a donde huir, no hay forma de entrar a la casa y mucho menos un lugar donde esconderse. Este hermoso campo no nos ofrece un lugar donde resguardarnos.

Puedo sentir los latidos de mi corazón a punto de salir de mi pecho. 

—Tranquilas —la voz de Hannah rompe el silencio —. Todo estará bien.

El vehículo está cada vez más cerca permitiéndome detallarlo, y dejó de respirar.

Suelto un suspiro, exhaló todo mi miedo y ansiedad normalizando los latidos de mi corazón.

Vuelvo a enfocar la mirada en el vehículo, un pequeño carro de golf, el cuál está siendo conducido por una cabellera oscura que podría identificar en cualquier lugar.

—Es Alex —digo en voz alta con evidente  alivio.

—Si, es Alex —dice Hannah bajando el arma —. Gracias al cielo —suspira.

Guarda el arma en su espalda y voltea a mirarnos.

—Ni una sola palabra a los chicos sobre la pistola —nos mira seriamente —. Es solo para una emergencia, y creí que esta era una emergencia.

—Todas lo creímos —dice Jazmín mirando al frente.

—Guardaremos el secreto —asegura Estrella.

—¿Es una promesa? —en los ojos de Hannah se pueden notar sus nervios.

—Lo prometo —decimos las tres al mismo tiempo.

Intercambiamos miradas, y soltamos una risita.

El momento de tensión acaba de terminar.

—Oigan, ¿Qué hacen afuera? —Chris se acerca a nosotras —. ¿Se encuentran bien? Parece que vieron a un fantasma.

—No tenemos forma de entrar —Jazmín cambia rápidamente el tema.

—Claro que sí, le di a Estrella las llaves de la casa.

Volteamos a verla.

—Ups, lo había olvidado —saca de su bolsillo trasero un juego de llaves.

Volteo los ojos.

Pudimos haber entrado para resguardarnos del posible peligro inminente. Gracias al cielo que no fue necesario.

Le da las llaves a Chris. Él las toma y se acerca a la cerradura de la puerta.

Estrella se voltea a mirarme y pronuncia un "Lo siento". Me limito a asentir en respuesta.

—Adelante, les presento mi humilde hogar.

Miro la puerta abierta incapaz de moverme.

—¿Estás bien? —la voz de Alex capta mi atención.

Está parado frente a mí. 

—Si, ¿Por qué no lo estaría? —suelto una sonrisa fingida.

Me detalla unos segundos y luego se coloca se cuclillas.

—¿Segura que estás bien?.

El tono de voz suave y dulce de su voz hace que mi miedo termine de desaparecer.

—Si, muy bien —le doy un beso casto —. Entremos.

Me levanto de la silla y él se pone de pie.

Camino hacia la puerta sintiendo su mirada fija en mí espalda.

No ha quedado ni un poco convencido con mi actuación, pero no volverá a mencionar el tema. 

Esa es una de las cosas que amo de él, no le gusta presionarme. 

Cambiando de tema, he decidido que me dedicaré a ser actriz de drama, los papeles en los que tengo que llorar y fingir tristeza se me dan mucho mejor.

Aquella actuación para que Estrella no sospechara me sirvió para darme cuenta de ello. Ya puedo verme en la pantalla grande.

Entró la casa y mis ojos se abren por la sorpresa. 

A pesar de su fachada un poco descolorida y estar prácticamente en medio de la nada, su interior es increíble.

A simple vista podría parecer una típica casa de campo, pero por dentro es una combinación de la casa de la montaña y la casa de playa. 

Es lo mejor de ambos mundos.

—Sinceramente, no esperaba que luciera así —comenta Hannah como su pudiera leer mi mente.

—Tengo que admitir que tenía las expectativas altas, cada lugar que hemos visitado ha sido sorprendente, pero éste... —Jazmín da vueltas —, supera todas las expectativas.



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En el texto hay: reencuentro, comediaromantica, amistad

Editado: 26.01.2021

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