CAPÍTULO UNO
"Plan A: El cambio"
Lunes, 2017 (Abril)
Pasó un mes después de lo ocurrido con aquella chica del supermarket, verla en ese momento en que mi vida estaba por romperse en unos par de tragos en la fiesta y despertar en otro mundo fue lo que me alegro en ese momento. Esa promesa, esa mirada, esa sonrisa traviesa que me dedico... simplemente es perfecta.
Mi ex me engañó hace meses antes de terminarme, por más que fuera bonita no quitaba el hecho que podía enrollarse con cualquiera sabiendo que yo tenía una etiqueta que decía "Novio de Laurina".
Pero como vuelvo a decir, no solo esa chica hace que mi vida cambie, ya que, yo mismo me he dicho en ir a buscarla por más que no me recuerde. Dos días después de haberla conocido, les conté a mis padres sobre ir a esa escuela —para que me ayuden a encontrarla —, pero solo complicaron las cosas al decirme: Hijo, tal vez te has emborrachado e imaginaste una chica de tus juegos.
Así que fui a la casa de Santiago y coordiné ir a buscarla, no me importaba si vivía al otro lado del planeta... iría por ella, por esa promesa que le prometí a ella.
—Oye bro, enserio quieres gastar todos tus juegos de nerd para irte con ella... ni con Laurina hiciste eso —tenía razón, Laurina en un tiempo necesitaba dinero para comprarse la última colección de Gucci y me pidió que vendiera mis juegos de tecnología que lo había hecho ese mismo año pero le dije que no porque en ese momento me entere que me hacía infiel. Que le pague su amante.
—Es diferente, ella no es Laurina
—¿Y por qué no? —pregunta
—...Mira no tienes que comparar a una persona porque sí, ella me fue infiel y que bien que termine con ella pero tampoco puedo quedarme llorando con la almohada porque mi vida y mii tiempo no se detendrá, tengo que seguir adelante como lo fui antes de ser pareja de Laurina
—Okay... te volviste filosofo al conocerla —ríe entre dientes
—Di lo que quieras —respondí desviando mi vista al supermarket
Lo que me alegraba era que la casa de Santiago era cerca a ese supermarket —más bien la fiesta hecha por el ese día estuvo cerca —, minutos después legó Raúl, un chico rico que trabaja para su padre al igual que yo pero con diferentes ramas de la economía. Él y yo no éramos iguales pero la gente cuestiona que si lo somos.
—Bueno hay que buscar a tu amada —se levanta Raúl sacudiendo las manos después de lo que dijo, lo mire con el ceño fruncido
—No es mi amada, no la quiero, solo es una promesa…
—Una promesa que ya se olvido ese mismo día —responde Raúl desviando la mirada a la puerta de entrada, —Ella estaba borracha y quien sabe que sea una drogadicta o una zorra prostituta ¿Quién sabe con que mujer te vayas a meter por esa maldita promesa que te hiciste con una ebria?
—Deja de hablar mal de ella, ella…
—Te gusta, admítelo. Mírate como defiendes a alguien que no existe en nuestra escuela, ¡Ni la conoces!. Bro, no pierdas la cabeza por una zorra
—Dejar de llamarla así, respeta a las mujeres por una puta vez. No puedes hablar de una chica que ni las has conocido y maldecir a cuantas chicas luego de que te acuestas. Eso es machismo y yo no quiero ser parte de tu mal apego de machismo, lo siento pero la que vio a esa chica fui yo, el que hizo esa promesa con esa chica fui yo. Tú solo tienes dos opciones: Me ayudas con buen amigo que eres o me dejas solo y se termina esta relación de amigos que te ayuda con las tareas
—Woah —murmura Santiago al otro lado de la sala, con una taza de té en la mano
—Tú ganas pero luego no te arrepientas si es.. —se quedo callado al mirarme que dejara de hacer eso, sí Raúl puede ser un popular machista en ese colegio pero no le da derecho de tratar mal a las personas con pensar cosas como si la conociera de toda la vida
Ánimo, Manuel, ánimo que la vas a encontrar
Jueves, 2017 (Abril)
Los días han pasado muy largo en buscar a esa chica, lo primo que hicimos fue buscar el colegio que estudiaba, recorrimos todos los lugares de Washington y no encontramos una escuela llamado Green School, así que optamos con las redes sociales… lo encontramos pero sería un camino muy largo de aquí a Los Angeles.
—¿Estás seguro que te quieres ir a Los Angeles por esa chica?
—Sí
—¿Y si tiene novio?
—Termino ese día —dudé un momento
—¿Y si volvió con él?
—No pasa nada intentarlo, además, yo no quiero ser su novio sino el chico que cumplió esa promesa —respondí pero por dentro no estaba seguro si eso era cierto, esa chica era muy hermosa y había abierto algo que lo estaba cerrando con la partida de Laurina.
El viaje de Washington y Los Ángeles era muy largo, está al otro lado del mundo y sería trabajo difícil irme solo si tenía que cumplir esa promesa. Eso sería dejar mi preciado hogar y mis amigos para viajar a otro estado por una chica. ¿Enserio tengo que ir a ese lugar sin importar ya el pasado y comenzar de cero? Sí.
Lo bueno sería que te iras olvidando de Laurina y sus amantes
—Iré
—Este ya está loco, no hay solución —murmuro Raúl malhumorado
—Tengo que decirles a mis padres, yo no tengo dinero, ellos lo tienen
—Ok, ¿Y nosotros? ¿Nos vas a dejar por una chica bonita? —habla Santiago triste
—Volveré pronto, no se preocupen
—Está bien —respondió Santiago desviando la mirada en su celular, —Un momento —se fue a responder la llamada en otro lado
—No creo que vuelvas después de verla, te gusta mucho. No creía en el amor a primera vista pero ya veo tu caso… —hablo Raúl acercándose más, —De igual forma si no vienes, yo te traeré como un gato malcriado