Cuando te vayas.

•Carta catorce•

Tu abuelita abrió, una mujer rechoncha, con rulos en el pelo canoso, un vestido florido de otoño. Me dejó subir a tu habitación indicando que estaba subiendo las escaleras para entrar en el ático. 

Te sorprendiste cuando me viste para después romperte en mil pedazos en mis brazos, desearía que solamente hubieras estado sorprendida y no llorando mientras murmurabas una y otra vez un gracias 

Alexia, me dolió verte así, no tenemos mucho tiempo de conocernos, espero siento una cercanía y paz enorme cuando estoy a tu lado, ¿Qué me has hecho? Porque hace tan solo dos semanas estaba leyendo Eleanor y Park y me burlaba de las mil formas indirectas que Eleanor bateaba a Park, al pobre y enamorado Park que tan solo con ver sus ojos se enamoro, pues creo que el karma llegó y me golpeó fuerte.

 

 




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