•Carta veintiocho•

Conocerte no estuvo en mis planes, pero ahora tengo miedo de que te vayas, quédate conmigo, Alexia, no me abandones, he perdido a tanta gente y duele como el demonio, pero no sé si podré soportar perderte a ti.

No soy perfecto.

Ni siquiera sé si me puedo llamar estudiante de filosofía.

Soy un chico común, uno que ama el básquet y que saca 10 en literatura.

Soy el chico de ojos grises más aburridos del mundo y con una cara que saldrías corriendo si me ves parado en la esquina de tu habitación en plena noche.

Soy lector y canto pésimo.

Me dan miedo las películas de terror y también el viejo del costal —consecuencias de tener padres mexicanos—.

Se manejar un arco y doy al objetivo con ojos cerrados.

Y muy a pesar de todo esto tengo más miedo a ser feliz por el hecho de no saber cómo voy a pagar la factura.