Epílogo

1970

Macho Alfa y mujer Omega, este equilibrio nunca se va a romper en al menos 100 años pero todos tienen una pequeña esperanza de que algo cambie a corto plazo, alguien se va a dar cuenta de todos los problemas, injusticias, doble moral, corrupción, y sobre todo, de la hipocresía que gobierna sin pena y además, a escondidas por las esquinas de las casas hechas de adobe.

Cuando todo se revele nadie lo aceptará porque está tan arraigado a su vida que se hace una tarea difícil, tan así que para que cambie esto, la única solución es que algunos mueran. Aunque nadie lo quiera aceptar, las cosas se convertirán en no solo una libertad si no una cuestión filosófica.

Eso soñó Yersenia, algo bastante difícil de imaginar para una niña de 15 años, realmente sucedió a causa de ser sometida por el machismo desde que básicamente nació.

Sé que esto es muy redundante pero en un rancho de apenas 500 personas, es una palabra difícil de pronunciar, incluso entre dientes, pero a Yesenia ni le cuesta gritarlo a los cuatro vientos ya sea a palabra o con acciones.

Sus ideales son tan absurdos para su sociedad que ni si quiera le prestan atención, incluso dudan de su estabilidad mental, tanta es la extrañeza por este concepto que sus padres tienen pena de salir acompañados de su hija.

Esa es su misión, en un principio, luego todo cambiará, se dará cuenta que no le puede ganar a algo que está enraizado en sus mentes como las raíces de un árbol de roble de más de 100 años de antigüedad.