Cuando tu Eras el

Capitulo 18:Donde empieza a Sanar

📞 La llamada antes de dormir

—¿Y si cuando seamos grandes vivimos juntos en una casa con jardín? —dijo Alex, con voz suave, casi soñadora.

Nicole sonrió desde su cama, abrazando la almohada como si fuera él.

—¿Y si tenemos un perro? —agregó él.

—¿Y si viajamos cada verano? —respondió ella.

—¿Y si nunca dejamos de amarnos?

Nicole se quedó en silencio.
Le encantaba escucharlo decir esas cosas.
Le hacía sentir que el futuro podía ser tierno, posible, suyo.

—Te amo mucho, Nicole.
—Y mañana voy a verte. No puedo esperar.

—Yo también te amo, Alex.
—Duerme bien, ¿sí?

—Solo si soñás conmigo.

—Ya lo estoy haciendo.

Se despidieron con un “te amo” que sonó como promesa.
Nicole cerró los ojos con una sonrisa.
Y se durmió pensando en él.

☀️ El día comienza

El sol entró por la ventana.
Nicole se levantó con energía, arregló su cuarto, acomodó los cojines, puso su perfume favorito.
Quería que Alex se sintiera cómodo.
Quería que el día fuera perfecto.

Mientras comía cereal en la cocina, el timbre sonó.

Su madre fue a abrir.
Y al ver a Alex, sonrió encantada.

—¡Alex! Qué gusto verte.

—Hola, señora. Qué lindo día para ver a la mujer más hermosa del mundo.

—¿Tu novia?

—Exactamente. ¿Dónde está el amor de mi vida?

La madre rió y llamó a Nicole.

Nicole apareció con la cuchara en la mano, sorprendida.
Al verlo, dejó el cereal y corrió a abrazarlo.

—¡Alex!

Él se sonrojó.
No por el abrazo, sino por cómo lo miraba.
Como si fuera lo mejor que le había pasado en la semana.

🪑 Las preguntas de mamá

Ya dentro, la madre de Nicole se sentó frente a ellos.
Quería conocer más a ese chico que hacía sonreír a su hija.

—¿Y qué hacés, Alex?

—Trabajo por ahora, y escribo a veces.
—Pero lo que más me gusta es estar con Nicole.
—Ella hace que todo tenga sentido.

—¿Qué planes tenés para el futuro?

—Construir algo con ella.
—No solo una relación. Una vida.

—¿Y cómo sabés que es ella?

Alex miró a Nicole.
No respondió de inmediato.
Solo dijo:

—Porque cuando estoy con ella, todo tiene sentido.

La madre lo miró con ternura.
Nicole bajó la mirada, pero sonreía.

😶 El silencio de Nicole

Alex notó que Nicole estaba más callada.
La miró.

—¿Estás bien?

Nicole sobresaltó.
Estaba pensando.

—Sí… solo que… no voy a poder presentarte a mi papá.
—Él no vive aquí.

Alex se acercó.

—¿Dónde vive?

Nicole lo miró, sorprendida.

—¿Por qué preguntás?

—Porque no quiero verte triste.
—Y si vos querés ir a verlo, yo voy con vos.

Nicole se quedó en silencio.
Luego dijo:

—Pensé que no querías conocerlo.

—Nunca pensaría eso.
—Si es parte de tu historia, quiero conocerlo.
—Quiero estar en todo lo que te importa.

Alex se levantó.
Le tendió la mano.

—Vamos.

Nicole lo miró.
Y por primera vez en mucho tiempo, sintió que no estaba sola.

🚪 La promesa antes de salir

Antes de salir, Nicole se acercó a su madre.

—Volvemos en un rato, ¿sí?

La madre la miró con ternura, luego a Alex.

—Cuídala.

—Siempre —respondió él, con una sonrisa que no necesitaba explicación.

🚶‍♀️🚶 El camino y la charla

Caminaron por calles tranquilas, con el sol filtrándose entre los árboles.
Nicole iba en silencio, hasta que se sonrojó un poco y dijo:

—Sos muy amable.
—Y considerado.

Alex la miró de reojo, con una sonrisa suave.

—Si es por vos, lo soy siempre.

Nicole bajó la mirada, pero no pudo evitar sonreír.

—¿Te molesta si te pregunto algo? —dijo él.

—No, decime.

—¿Por qué tus padres están separados?

Nicole respiró hondo.
No era una pregunta fácil, pero tampoco le dolía como antes.

—Mi mamá dice que él se fue cuando yo era chiquita.
—Que no estaba listo para ser papá.
—Vivieron juntos un tiempo, pero discutían mucho.
—Ella se cansó de esperar que cambiara.

Alex la escuchaba sin interrumpir.

—Después él se fue a otra ciudad.
—Tuvo otra familia.
—Y aunque a veces llama, no es lo mismo.

—¿Te dolió?

—Sí.
—Pero aprendí a vivir con eso.
—Y ahora… no sé.
—Quiero verlo.
—No para reclamarle.
—Solo para saber si todavía piensa en mí.

Alex le tomó la mano.

—Estoy con vos.
—Y si no piensa en vos, peor para él.
—Porque yo sí lo hago.
—Todo el tiempo.

Nicole lo miró.
Y por un momento, el pasado dolía menos.

🏠 La llegada

Llegaron a la casa.
Nicole se detuvo frente al portón.
Respiró hondo.
Tocó el timbre.

Pasaron unos segundos.
La puerta se abrió.

—¡Nicole! —gritó un niño pequeño, que corrió a abrazarla.

Era Keylor, uno de sus hermanitos.
La rodeó con los brazos como si no la hubiera visto en años.

—¡Kaylor! ¡Laisan! ¡Vengan, está Nicole!

Dos más aparecieron corriendo: el gemelo Kaylor y el más pequeño, Laisan.
Los tres la rodearon con alegría.

Alex se quedó mirando, sorprendido.

—¿También tenías hermanos? ¿Y no me los enseñaste?

Nicole acarició el pelo de Keylor y le dijo, con una sonrisa traviesa:

—Es venganza.

Keylor lo miró curioso.

—¿Quién es él?

Nicole se giró hacia Alex.

—Él es Alex.
—Mi novio.

Los niños se quedaron boquiabiertos.

—¿Tu novio de verdad?

Alex se agachó, poniéndose a su altura.

—Hola, chicos. Soy Alex.
—Me gusta mucho su hermana.
—Y ustedes parecen geniales.

Los niños lo miraron, luego sonrieron.
Laisan le dio un abrazo sin decir nada.




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