T2E1 — Diciembre 2024
💬 Un mes después
Había pasado un mes desde que Nicole y Alex se reconciliaron. Desde aquel abrazo que cerró heridas y abrió un nuevo capítulo. Desde entonces, hablaban todos los días, como si el tiempo perdido quisiera recuperarse en cada mensaje, en cada llamada, en cada “te extraño” que ahora sí podía decirse sin miedo.
-¿Crees que podamos pasar el Año Nuevo juntos? —preguntó Nicole mientras escribía desde su cama, con las luces navideñas parpadeando en su pared.
-Claro que sí, amor. Vos vas a ser la luz de mi próximo año —respondió Alex, con esa ternura que siempre la desarmaba.
-Sos muy tierno —escribió ella, sonriendo como si él pudiera verla.
-Y vos muy hermosa. No sé cómo hacés para brillar incluso por texto —agregó él.
Nicole se mordió el labio, sintiendo ese calorcito en el pecho que solo él le provocaba.
-Ya que mañana es la cena navideña… ¿te gustaría pasarla conmigo? —escribió, conteniendo la respiración.
-Sí. Le voy a pedir a mis padres que hagamos la cena más temprano. Así puedo ir a la tuya después —contestó Alex.
-¿En serio? —Nicole se sentó de golpe, emocionada.
-Todo por vos —dijo él.
-Te amo —escribió ella, sin pensarlo.
-Y yo a vos. Mucho más de lo que pensás —cerró Alex.
Nicole dejó el celular a un lado, abrazando una almohada con fuerza. Tenía que ayudar en casa, pero antes… tenía que contarle a su mamá.
🏠 Nicole con Luisa
Bajó las escaleras con una sonrisa que no podía disimular. Luisa estaba en la cocina, batiendo algo que olía a canela y recuerdos.
-Mamá… Alex va a venir mañana a cenar con nosotros —dijo Nicole, casi cantando.
-¿Alex? ¿Tu novio? —preguntó Luisa, deteniendo la batidora.
-Sí. Va a cenar con su familia temprano… y después viene acá —explicó Nicole, con los ojos brillando.
Luisa se limpió las manos en el delantal y se acercó.
-Entonces hay que hacer espacio en la mesa. Y en el corazón también —respondió, abrazándola.
Era la primera Navidad que no dolía.
📲 Las Reinas del Drama
-Chicas… Carlos quiere una segunda cita hoy —escribió Hengely en el grupo de WhatsApp.
-¡Woooow! ¡Felicidades, reina! —respondió Michelle al instante.
-¡Ay qué emoción! ¿Dónde van? —preguntó Nicole, con una sonrisa cómplice.
-No sé aún. Pero quiero que sea especial. La primera fue muy callada… Esta vez quiero que hablemos de verdad —escribió Hengely.
-Entonces que sea en un lugar donde no puedan escapar. Tipo cafetería con sillones incómodos —bromeó Michelle.
-O parque con bancos sin respaldo. Así se ven obligados a mirarse a los ojos —agregó Nicole.
-Jajaja las amo. Esta vez… quiero que sea diferente —cerró Hengely.
Nicole dejó el celular a un lado, pensando en lo mucho que habían cambiado todas. Antes, el amor era una pregunta. Ahora… era una promesa que querían cumplir.
⚽ Perspectiva de Alex — Respirar antes de la Navidad
Alex salió de su casa con las manos en los bolsillos y el corazón tranquilo. No era tristeza, tampoco ansiedad. Era ese tipo de calma que llega cuando sabés que algo bueno está por pasar. Caminó hasta el parque, buscando aire, buscando silencio.
Se sentó en una banca, mirando cómo el viento movía las hojas secas. Hasta que una voz lo sacó de sus pensamientos.
-¿Y vos qué hacés aquí tan solo? —preguntó Dan, acercándose con un balón de fútbol bajo el brazo.
-Tomando aire —respondió Alex, sonriendo.
Dan se sentó a su lado, botando el balón con una mano.
-Si querés matar el tiempo… ¿te animás a un 1vs1?
Alex se levantó, estirando los brazos.
-Dale. Pero no juguemos mucho. Mis padres solo me dejaron salir un rato.
-Está bien. Solo para sudar un poco —dijo Dan, ya caminando hacia la cancha improvisada.
🥅 El partido entre amigos
La cancha era de tierra, con dos piedras como portería. El sol empezaba a bajar, tiñendo el cielo de naranja.
Dan empezó con el balón, moviéndolo con rapidez. Alex lo siguió, concentrado. No era un partido serio, pero tampoco quería perder.
-Vamos, no te duermas —gritó Dan, esquivando con un giro.
Alex se lanzó, robándole el balón con un toque limpio.
-¿Quién se duerme ahora? —dijo Alex, corriendo hacia el arco.
Dan lo alcanzó, pero Alex hizo una finta y pateó. El balón entró entre las piedras.
-Gol —dijo Alex, levantando los brazos.
Dan se rió, agachándose a recoger el balón.
-Estás mejorando, eh.
-Solo no quería que me humillaras —respondió Alex, jadeando.
Jugaron unos minutos más, entre risas, empujones y bromas. Hasta que Alex miró la hora.
-Tengo que irme. Fue divertido.
-Siempre lo es —dijo Dan, chocando su puño con el de Alex.
🍬 El detalle inesperado
Alex caminaba de regreso a casa cuando pasó frente a una dulcería. En la vitrina, vio el dulce que tanto le gustaba a Nicole: unas bolitas de chocolate con relleno de fresa que ella siempre mencionaba.
Se detuvo. Pensó. Sonrió.
Entró a la tienda. Los vendedores lo saludaron con amabilidad.
-Buenas tardes, joven. ¿En qué podemos ayudarte?
-Hola. Quería saber cuánto cuesta ese paquete de dulces —dijo Alex, señalando la caja decorada con cintas rojas.
-Ese cuesta 250 pesos. ¿Es para regalar?
-Sí. Para mi novia. ¿Podrían ponerle un detalle?
Los vendedores se miraron, conmovidos por la ternura del gesto.
-Claro que sí. Vamos a hacer algo especial.
Mientras preparaban la caja, le agregaron unas rosas pequeñas y escribieron “Para Angela Nicole” en letra cursiva, con marcador dorado.
Alex pagó, agradeció y salió con el regalo en las manos. Antes de seguir, les escribió a sus padres.
“Voy a llevarle algo a Nicole. Vuelvo en un rato.”
Ellos respondieron rápido.