Cuando tus ojos me miran

Echo de menos...

Echo de menos ese verano en donde el aire olía a ti.

Recuerdo tus ojos desnudando los míos. Tú en una mesa en la otra punta del local con tu batido. A lo lejos, yo siendo testigo de tu sonrisa. Mi vergüenza cuando mi compañera me entregó aquella servilleta, tu picardía cuando me sonrojé por lo que allí decía.

La distancia cada vez más corta... De pronto, sentir que mi alma te elegía.

¡Fue aterrador! Fue como leer el título de mi propia historia de amor a manos de un autor desconocido.

Así es como empezó todo en la cafetería desde donde hoy escribo.




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