Cuando un amor es destinado a ser

9

Muchas gracias por la cena, estuvo sabrosísima —Eider mencionó cuando ya se encontraban fuera de su casa; todavía estaban en el auto, pero con la vista en dirección hacia los faros ubicados en un parque frente a ellos.

Hubo un momento de silencio debido a que ninguno de los dos sabía qué más decir, pero en la mente de Elián comenzaron a presentarse varias posibilidades acerca de lo que sería un instante perfecto ahí; por tanto, en su cabeza enumeró las reacciones que Eider podría tener si él decidía expresarle sus sentimientos:

1. Se bajaría del auto sin decir absolutamente nada al respecto.

2. Le contestaría diciendo que era lo que estuvo esperando todo ese tiempo.

3. Recibiría una bofetada.

Aunque la tercera opción sonaba un poco descabellada, en su mente él deseó finalizar su declaración con un beso para que el momento fuera más romántico. Entonces entraba la bofetada en escena.

Elián aún seguía debatiéndose en su interior si realmente eso era lo correcto.

Y sabía muy bien la respuesta, pero no quería rendirse pese a ese detalle.

Todavía no quería darse por vencido con Eider.

Porque, después de todo, la esperanza es lo último que muere.



#32026 en Otros
#10298 en Relatos cortos
#48500 en Novela romántica

En el texto hay: destino, desamor, amorverdadero

Editado: 14.09.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.