Pensé que mi ex había venido sola, pero no, la acompañaba una pequeña niña de unos cinco años, que aunque era muy parecida a su madre tenía los ojos verdes igual que los míos y una mirada profunda. Me quedé atónito, ni siquiera sabía que había regresado hasta hace unos minutos que escuché a toda la familia hablando de su regreso, hacía cinco años que no la veía luego de nuestra trágica boda fallida.
—Hola Mili—dijo la abuela dirigiéndose a la pequeña que le sonrió—siéntate aquí a mi lado—agregó.
—Cariño, hace años que no veíamos a Elizabeth, seguro tampoco sabías que tenía una hija—agregó mi prometida quien era prima de mi ex y todo eso es una larga y complicada historia que contar.
—Ni idea—dije mirándola mientras tomaba un trago de vino, sin embargo, ella no dirigió ni un solo segundo su vista hacia mí.
—Deberías haber traído también a tu esposo—intervino mi prometida haciendo un poco más tensa la situación.
—No me he casado—respondió ella suspirando sin mirarnos mientras tomaba con delicadeza una copa, al parecer también le había incomodado un poco la pregunta.
—Pero tienes una hija—comentó mi pareja de forma indiscreta, yo le choqué el brazo con el codo intencionalmente pero no me entendió que esperaba que dejara de hacer comentarios incómodos y continuó—debes tener un novio o algo. A ver Mili cómo se llama tu papá—preguntó dirigiéndose a la niña que abrió sus bonitoa ojos enormes.
—No lo sé, pero mamá me dijo que vive en esta ciudad—agregó haciéndome toser forzadamente mientras en mi cabeza comencé a sacar algunas cuentas...
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Editado: 03.09.2025