Cuarentena

Día: 12

Casi no pude dormir anoche. La cabeza no dejó de darme vueltas sobre lo que sucedió con mí diario. No paro de pensar en que alguien lo pudo haber leído; todas las cosas personales que están allí, en éste momento desearía nunca haberlas escrito, o perderlo cuando salgamos de aquí y tenga opción de no salir de mí casa por el resto de mí desgraciada vida. Dustin tampoco dejó de dar vueltas, como si no encontrara la manera de ponerse cómodo para descansar. Jake, por otro lado, no paró de roncar toda la noche.
Estábamos desayunando y tuve la sensación de que todos me observaban y comentaban cosas sobre mí mientras se reían entre ellos. Espero que sea a causa de la paranoia por no tener mí diario aquí conmigo.
– Jaeny, ¿Estás bien? – lo miré a Jake y luego a mis manos, ¡Por Dios, estoy temblando! 
– Oye, tranquila, ¿De acuerdo? Todo estará bien. – Dustin sostuvo mis manos entre las suyas y las apretó con fuerza pero sin hacerme daño. No las soltó hasta que paré de temblar.
La cocinera pasó a recoger las bandejas cuando terminó el horario para desayunar.
– No terminaste tu desayuno. – Dustin observa cómo la cocinera se lleva su plato con las "sobras".
– Tú tampoco. – tenía razón, ni siquiera pude comenzarlo. – Pero ya has parado de temblar, eso es lo que importa. Estaba tan concentrada en mí conversación con Dustin que ni siquiera noté cuándo pasó.

Hora del almuerzo. Se supone que luego de esto, Jake irá a enfrentar al posible ladrón de mí diario o fuente de información. Dustin quiere ir, pero mí hermano le pidió que se quedara conmigo en caso de que vuelva a temblar, ya que al parecer, él sabe cómo calmarme. 
Ni siquiera logré comer por los nervios, me dolía el estómago.

Jake está yendo a hablar con él, pero ¿Qué está haciendo? Están bajando las escaleras. Oh no, esto me huele a... ¿palomitas?
– Dustin, ¿De dónde sacaste eso?
– Sobraron de anoche. No me juzgues, no he desayunado.
– ¿Te diste cuenta de lo que acaba de pasar? – arquea una ceja sin comprender. – Jake llevó a ese chico al pasillo.
– Eso me huele a pelea.
– Yo todavía huelo palomitas, ¡Vamos a buscarlo! – Dustin se pone de pié con el tazón en las manos. – ¡Deja eso!
– Pero... Tengo hambre. – Hace un puchero; me cruzo de brazos y pongo mí rostro serio. – De acuerdo, lo dejo.
Caminamos disimuladamente en dirección a las escaleras para que nadie nos viera; buscamos a Jake en el pasillo A, no estaba; pasillo B, tampoco.
Íbamos a descartar el pasillo C, pero escuchamos gritos que venían del baño.
– ¡Tranquilo, Montgomery, yo no lo tengo! – parece asustado. Vamos a entrar.
– ¡Deja de mentir! – en la escena, estaba mí hermano sujetando las muñecas del supuesto ladrón contra la pared. Tenía la cara roja y debajo de su ojo parecía comenzar a ponerse morado, creo que lo golpeó. Dustin se pone en medio.
– ¡Jake, cálmate! – puso sus antebrazos en el pecho de cada uno; lo miró fijamente al chico que estaba casi incrustado en la pared. – Es verdad, él no sabe nada. Largo de aquí. – asintió con la cabeza y corrió fuera del baño despavorido. 
Me acerqué a Jake; sus nudillos sangraban, lo miré aterrada pensando en qué tan fuerte debió golpearlo para que quedaran así.
– Tranquila; golpeé la pared a un lado de su cara en modo de amenaza.
– Igual estás herido, y aún no aparece mí diario. – caminé hasta la entrada – Aprovecharé para ir al baño; esperenme en el pasillo. – asintieron y continuaron platicando sobre quién podría ser el posible ladrón.
Entré a uno de los baños; cerré la puerta y grité al ver lo que estaba escrito en ella.
Los chicos entraron al baño de chicas corriendo al oír mí grito; comencé a sentirme mareada y me dejé caer al suelo sentada. Los chicos no comprendían lo que sucedía; alcé mí brazo derecho y apunté a lo que estaba escrito.

"Sé que apenas lo conozco, pero juro que es increíble cómo me hizo sentir. Creo que podría decir que me gusta.
Si lo hubieran visto... ¡Parecía de película! Austin y yo en la biblioteca hablando con el sonido de la lluvia de fondo."

A alguien le pareció gracioso, agregar debajo del fragmento de una de las páginas de mí diario, Gillespie, cuidado con las menores haciendo referencia a que él es dos años mayor. 
En otro lado de la puerta alguien escribió A + J = IMPOSIBLE.

Escondí mí rostro en mis rodillas y comencé a llorar de la rabia. Dustin se dejó caer, sentándose a mí lado para abrazarme. Jake hizo lo mismo, pero los aparté a ambos. 
Prefiero estar sola.


 



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En el texto hay: misterio, drama, amor

Editado: 15.04.2019

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