Cuarentena Letal

Día 5. Un pequeño funeral

Cuando piensas en tus amigos y todos los escenarios posibles de sus vidas no te imaginas asistiendo a su funeral antes de graduarse de la universidad. Leyla miró hacia el patio desde la ventana, Salvador y Jason cavaban, sacando montones de tierra negra alrededor del profundo agujero. Antes de desayunar habían subido al ático para dejar salir al profesor y las dos chicas, después hablaron con gran seriedad.

 

-Deberíamos enterrar el cuerpo. -Sugirió Peter, mientras Salvador cocinaba el desayuno y murmuraba algo sobre necesitar más café para esa plática.

 

- ¿Y qué pasa con la policía o cuando sus padres la busquen? -Preguntó Alison.

 

-Podemos decir que nunca llegó a mi casa. -Dijo Rosa, la tristeza reflejada en su pálido semblante. -No llegó y pensamos que nos plantó así que no la buscamos. Si la buscan no será aquí.

 

- ¿Acaso se están escuchando? ¡Vamos a obstruir la justicia! -Johanna se alejó de ellos, consternada, había dicho exactamente lo que Leyla pensaba. - Si van a hacerlo no puedo hacer nada para impedirlo, pero no voy a ser parte de esta locura.

 

Dicho eso se fue, dando un portazo al salir de la mansión. Leyla se apresuró a seguirla, no podía dejar que se fuera, era demasiado peligroso. Sí, había un asesino en la casa pero aun no sabían si volvería a atacar o si su única victima sería Helen. Tardó un momento en localizar a la otra joven, Jo en vez de irse se había dirigido al huerto y escarbaba en la tierra, sus movimientos agresivos y llenos de la impotencia que sentía al no poder hacer nada por su amiga. Leyla entendía, por primera vez en su vida entendía cómo se sentía Jo.

 

- ¿Eso ayuda? Ya sabes, a desaparecer el dolor. -Preguntó la porrista acercándose al pequeño huerto.

 

-Te avisaré cuando lo descubra…

 

-Lo siento, yo… no quise ser grosera sólo necesitaba saber si estás bien. Helen siempre intentó que fuéramos más unidas.

 

-Es sólo que nuestra amiga murió y no sé cómo procesarlo. Cuando falleció mi hermano era demasiado pequeña para entenderlo en verdad, ahora es demasiado con todo lo demás que está pasando. -Confesó Jo sentándose en la tierra, su respiración un poco entrecortada. – Cada quién lidia con el dolor de distinta manera: mi padre bebe, mi madre sobreprotege a mis hermanos y yo entierro todas las emociones negativas hasta que explotan.

 

-Si te sirve de consuelo, cuando papá se fue yo tampoco reaccioné bien. Mi madre hizo una fogata con sus cosas, pero yo… yo me escapé de casa para buscarlo. Me encontraron unos policías y regresé a casa. ¿Sabes qué más hice? Me teñí el cabello de rosa chicle… mamá enloqueció. Yo soy muy descontrolada en todo, incluso en los peores momentos.

 

- Y… ¿Cómo está Jason?

 

-No lo sé y la verdad no quiero hablar al respecto. -Aún sentía demasiado la nueva herida, la traición tan profunda que evitaba a Jason a toda costa. ¿Cuándo dejaría de sentir ese terrible dolor?

 

Jo entendió y no volvió a mencionarlo. Leyla no lograba comprender como todo había cambiado en tan poco tiempo, sólo unos días atrás habría hecho cualquier cosa en su poder para evitar pasar tiempo a solas con Johanna, ahora era prácticamente la única en quien podía confiar de sus amigos. No podía confiar en ellos, no cuando descubrió que en realidad no conocía a ninguno.

 

Se sentaron una junto a la otra sobre el verde pasto, sumidas en sus pensamientos. El sol ascendió al cenit y los arboles se movían con el viento, Leyla se sentía congelada en el tiempo, paralizada, incapaz de levantarse y enfrentar la realidad. Antes creía que Jason era incapaz de lastimarla, que era su otra mitad, ahora lo creía responsable de un homicidio. Le temía y, aun así, una pequeña parte de su corazón insistía en perdonarlo, en volver a sentir sus suaves labios al menos una vez. No podía hacerlo, no debía. Sacudió la cabeza para aclarar su mente.

 

-Chicas, deberían entrar. -Las llamó Salvador acercándose por el jardín. - Sé que necesitan espacio, pero la mayoría votó por sepultar a Helen y creo que deberían estar a su lado…

 

Leyla se levantó y comenzó el camino de regreso a la mansión. No se detuvo a esperar a Jo y el profesor, no tenía sentido, además tal vez querían pasar un momento a solas. Cada paso le recordaba lo que había perdido, Helen… una amiga que merecía vivir, que nunca le había hecho mal a nadie, que en ese momento debería estar feliz con su familia, en vez de muerta y a punto de ser enterrada en medio de la nada.

 

En esos momentos, cuando uno intenta olvidar, es cuando los recuerdos se vuelven más presentes, más reales… Recordamos cosas que antes considerábamos irrelevantes, pero entonces se convierten en memorias de todo lo que jamás llegará a ser, simples deseos olvidados. Así le pasó a Leyla, que recordó su primera pijamada en casa de Helen, cuando se escapaban de clases para ir a la plaza de compras e incluso cuando acordaron que si Leyla y Jason se casaban Helen sería su dama de honor… Nunca volverían a recorrer juntas los pasillos de su tienda favorita, o modelar la ropa nueva enfrente del espejo de su sala… No estaría ahí el día de su boda y sus hijos no crecerían juntos…

 

Subió al cuarto de Rosa, que se había convertido en la escena del crimen. A pesar de haberla limpiado, seguía oliendo a sangre. Leyla se sentó al lado de su amiga. Era raro verla tan quieta, tan pálida… Los demás (con excepción de Rosa y Johanna) se turnaban para cavar en el jardín, podía verlos y hasta la ventana llegaba el sonido metálico de la pala y el golpe sordo de la tierra al caer cerca del borde.

 

-Voy a extrañarte, Helen…-Sollozó, su voz quebrándose por las emociones que se esforzaba por contener.

 

Comenzaba a atardecer cuando enterraron a Helen, nadie dijo nada, reinaba un silencio solemne que ninguno quería interrumpir. Incluso Arturo permanecía quieto y callado (una rara ocurrencia). Leyla ya no pudo contenerse y lloró, lloró hasta que se quedó sin lágrimas y los demás regresaron a la casa de uno a uno dejándola sola con su pena, al lado de un pequeño montículo de tierra…




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.