Narrador Omnisciente.
— Es una larga historia Thomas — Evadió rápidamente — Debemos darnos prisa, no tardará mucho Newt en sentirse nuevamente mal y... — Thomas la interrumpió.
No mentía, el suero que le había logrado suministrar, lo mantenía en facies deplorables; con facilidad se podían notar las violáceas ojeras que se remarcaban en la base de sus cóncavos ojos marrón, haciéndolos lucir más sombríos; su piel lechosa, vislumbraba un aspecto cadavérico y su respiración se escuchaba lenta y pastosa, lograba mantenerse en pie gracias al hombro de Chuck. ¿Cómo podía Thomas seguir dudando en ayudarles?
El mismo estaba siendo testigo del aspecto tan frágil que lucía su amigo. Tal vez, solo tal vez, no tenía toda la culpa, su cordura había sido quebrada con el azote de experiencias atrás, confiar en las palabras, ya no le era tan fácil para él, sobre todo cuando se trataba de alguien que decía provenir de Cruel.
Si se tratara de ver únicamente a sus amigos frente a él, solos, no dudaría en ayudarles, pero ella, esa supuesta científica de cruel le mantenía inquieto, luchando en su mente por lo que estaría bien o mal.
— Quiero saber, cómo lo sabes — Demandó nuevamente.
Era extraño, ella sabía sobre la cura en su sangre, aun cuando Thomas había mantenido el detalle bajo un mínimo de personas en quien confiaba, con la indicación de no divulgar nada y mantenerlo a discreción, tratando así de tener alguna forma de protección sobre él, pero estaba mentalizado a predisponerse, si alguna vez alguien llegaba a necesitarlo, aún que ahora se veía en una discrepancia mental, contradiciendose a ello, el que ____ lo supiera y no respondiera a sus preguntas, lo mantenía renuente a querer cooperar y tomar una decisión.
— No es momento — Volvió a negarse.
— Necesito saberlo.
— ¿Por qué lo quieres saber? No tiene importancia eso ahora,
— ¿Por qué? — Pregunto ironizando — ¿Quieres que me quede tranquilo y acepte que dos de mis amigos, que vi morir, de repente están parados a mi lado ¡Vivos! Con una chica que no logró recordar, que dice conocerme y quiere muestras de mi sangre?
— Si, así es — ___ aspiro de su cigarrillo y exhaló el humo con mucha tranquilidad.
Su sutileza inquieto aún más a Thomas.
— Quiero respuestas — Ya estaba algo alterado, sentía desconfianza con esa chica, y el que le negará la respuesta a una pregunta tan fácil, lo inquietaba aún más.
— No es momento — Su respuesta era paciente, con un toque divertido y sobre todo en un melódico tono tranquilo, como si no notará la expresión del castaño.
— ¿Por qué no? — Insistió levantando un poco la voz.
— ¡Por qué no Thomas, y ya!..... Solo cállate y copera ¿quieres? — La calma en su expresión se perdió, su voz sonó aún más elevada de tono que la de Thomas, casi acerosa, el cigarrillo que tenía entre sus dedos terminó siendo estrujado a mitad de su palma.
— No lo haré.
— No, claro que lo harás, qué no entiendes que esto es importante — Miró con resignación su cigarrito y lo desechó a un lado fastidiada.
— Si así lo es, entonces dime cómo es que lo sabes — La voz exaltada y nerviosa de Thomas era más que evidente.
Tenía miedo, desconfianza, ya una vez había confiado en alguien de cruel y fue traicionado, perjudicando a varias personas y a sus amigos en esa ocasión, Teresa, los traicionó cuando él la consideraba su amiga, y ahora temía volver a cometer ese error con una desconocida.
Cruel, había tatuado en su memoria, los momentos más amargos de su vida; era un monstruo, uno vil y despiadado, capaz de arrebatarle todo en la vida si así lo deseaba, cualquier mínimo detalle proveniente de esa maldita organización podía tomarlo como una señal para estar alerta y tener cuidado. Su mente analizaba todos los posibles.
— Thomy cálmate — Newt intento de nuevo acercarse al castaño, pero este rehuyo enseguida de él. Entendía un poco sobre cómo se sentía Thomas, pensaba que él estaría igual, si estuviera en su posición.
— No, no me pidan que me calme esto es muy extraño, cómo es que esto está pasando, que eres de Cruel, que no logro recordarte, que lograste... ¿Y por qué sabes de mi sangre? ¿Que quieres? ¿De donde vienes? ¿Por que están contigo? ¿Por que los salvaste? ¿Que te hace pensar que puedo confiar en ti?
____ se mantuvo en silencio por un instante, como si le hubieran robado completamente las palabras, pero se recompuso rápido. Con la palma de su mano frotó su nuca, pensando en sus siguientes palabras con una expresión exhausta.
— Sólo, lo sé... y... ahora no-no es momento Thomas.
— Dime como, como sabes de mi sangre — Su mente se encasillo en aquella pregunta, para él, ese era el cuestionamiento más importante por el cual quería exigir una explicación.
— ¡No es asunto tuyo Thomas! — La exasperación comenzaba a denotarse más en la mirada de ____, — Maldita sea entiende.
— Claro que lo es, y no tendrás mi sangre si no me respondes.
—Thomas.... — Intentó meterse Chuck pero fue rápidamente silenciado por el mayor.