Cuenta la leyenda de un hilo rojo

La luz al final del tunel

*Son casi las 10:30 y mis manos están sudando, el Sr. Teo y yo lo estamos esperando fuera de la biblioteca*

-Tranquila-dice Teo con una sonrisa.

La chica asiente tratando de guardar la calma, en eso llega un auto no muy nuevo pero tampoco muy viejo, y aparca frente.  *Llegó* piensa la joven más nerviosa de lo que estaba antes.

-¡Morris!- Saluda alegremente el bibliotecario.

-¡Teo!-saluda de igual manera- tiempo sin verte querido amigo.

*¿Qué se supone que está pasando aquí? Soy yo o el Sr. Dalton Morris y mi jefe se conocen?*

-Quiero presentarte a alguien-dice Teo sonriendo y poniendo su mano sobre la espalda de la chica-, ella es Mei Tarver; de quien te hable.

*¿Acaso es una broma?*

-Hola, es un gusto conocerte por fin-sonríe Dalton mientras extiende su mano.

-Hola-sonríe nerviosa-, el gusto es todo mío-toma la mano del escritor y sonríe aun más nerviosa-soy gran fan.

-¿A si? ¿Cuál es tu favorito?-pregunta sonriendo mientras van caminando a la biblioteca.

-Mis sueños a blanco y negro, cada vez que lo leo encuentro algo nuevo-dice emocionada.

-Es uno de mis favoritos también-le sonríe-, ¿Cuál es la parte que más te gusta?

-Es algo difícil porque todo me gusta, pero diría que cuando el Capitán Acosta salta del barco para buscar su caja, me pareció completamente arriesgado hacerlo por la tormenta, pero él lo hizo porque la Dama le había dicho que esa caja contenía sus recuerdos-dice la chica totalmente concentrada-pero sin estar seguro de que fuera verdad lo hizo, y casi muere pero pudo tenerla en sus manos y mientras bajaba iba recordando, y seguía recordando todo sobre su niñez, juventud y hasta ese momento-se sientan en una mesa-. Cuando se dio cuenta que la Dama era su hermana sentí que mi corazón iba a salir y más aun cuando pudo salir del agua y abrió la caja y en ella solo había una nota que decía: ¿lo lograste? Y él ve a su hermana con lágrimas en los ojos y asiente mientras se levanta y la abraza. Lo que más me dolió fue que después del abrazo ella le limpia las lágrimas y le susurra: entonces es momento de volver y se va, y es ahí cuando él despierta del coma y se da cuenta que todo fue solo producto de su imaginación pero mira a su lado a una chica pequeña, dormida y sonríe-termina.

-Fue lo más complicado por escribir porque ya es el final y sé que decepcione a muchos pero eso quería en la historia, que mis lectores miraran que no todo puede ser perfecto-dice el escritor.

-En realidad si fue decepcionante pero así es la realidad, usted pudo mostrar un sueño hermoso lleno de aventuras y luego dio el choque. Eso fue fantástico-sonríe.

-Me encanta como captas las cosas-le dice el escritor sonriente.

-Te puedes sorprender con lo que ha podido captar-dice Teo con una sonrisa-, y no sabes los poemas e historias que escribe.

*No puedo creer que hayas dicho eso* la chica nerviosa sonríe.

-Me gustaría que me mostraras tu trabajo, quien sabe y podamos trabajar juntos-dice el escritor.

-Seria un completo honor para mí, pero no me gustaría que se decepcionara si no soy lo suficientemente buena para eso-dice algo apenada.

-Ni el mejor escritor del mundo nació con el don de escribir perfectamente-dice para calmarla.

-Pero todos nacen con el don de imaginar y así grandes historias poder escribir-termina ella.

-Sí que has leído mis libros-ríe junto con Teo.

-Soy una gran admiradora de su trabajo-dice ella también riendo.

**

-¿A dónde vamos?-pregunta el chico a su prima.

-A la mejor cafetería de este lugar-responde.

*Vamos caminando alrededor de 30 minutos,  Jess dice que me presentara a sus amigos y estoy algo nervioso, no me va bien conociendo a nuevas personas*

-Este es el parque-dice la chica mientras llegan al lugar donde el chico estuvo esperando a su madre-, ¿recuerdas cuando de niños papá nos traía por helados? –se ríe.

-Como olvidar eso-ríe también-, le llorabas para que nos trajera y aunque estuviera cansado venia.

-Eran buenos tiempos-vuelve la chica-, ya casi llegamos.

Jess y Andrew pasan el parque y llegan a la cafetería. Los primos entran y se sientan en una mesa ubicada en una esquita, al lado de un ventanal que da vista a parte de la catedral del parque, sin darse cuenta quien estaba.

-Es un lugar agradable-dice And viendo todo en general.

-Espera a que pruebes el café, es delicioso-sonríe la chica llamando a otra para que los atienda-. Hola Bec-saluda cuando se acerca-, este es mi primo Andrew-los mencionados se saludan con una sonrisa-; es nuevo aquí y me gustaría que trajeras el café de la casa para que él lo pruebe, y a mi tráeme lo de siempre.

-Claro que si, en un momento traeré la orden-de una última mirada a Andrew y va a dejar la orden.

-Creo que le gustaste-se dirige Jess a su primo.

-No lo creo-se ríe.

-Vi como te miro, y fue de una forma más que amigable-levanta una ceja.

-Ya estás viendo cosas raras-suelta una carcajada.

-Hola Jessie-habla una chica detrás.

-Hola Sam- voltea algo seria.




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