2 años antes...
Está lloviendo, genial. Me encanta los días lluviosos, la sensación de estar en mi cama acurrucada entre las sábanas y tomando chocolate caliente, llega a mí. Pero antes de hacerlo, tengo que lograr llegar a casa para poder cumplirlo.
Estoy en la parada de bus en medio de ésta lluvia, apoyada en la pared metálica de esta y el bus no a pasado aún. Son los nueve de la noche y el sueño me está dominando.
Trabajar medio turno e ir a la escuela se me está empezando a complicar, llego más cansada, no duermo lo suficiente y mis notas han bajado un poco. Pero tengo que hacerlo, luego de que papá muriera hace un año y mamá comenzará a trabajar para llevar los gastos de la casa, decidí hacerlo también, ella necesita la mayor ayuda posible en estos momentos, llevar una casa sola y con dos hijos es difícil.
Miro a la calle para comprobar si viene el bus, y bravo, no se ven rastros de él.
Estar aquí sola desde hace más de cuarenta y cinco minutos me está preocupando.
Y si no pasa nunca ¿Cómo llego a casa? Caminando, tal vez. Pienso.
- Hola, soy Brandon, ¿no crees qué es peligroso estar a estas horas de la noche aquí sola?
Pregunta un chico que ha parecido frente a mí con un enorme paraguas. Si, es grande y no exagerado, diría que es doble de uno normal.
El chico es alto, rubio y de buena figura, pero la oscuridad no me deja fijarme bien en sus fracciones, solo sé que es lindo y que se llama Brandon, claro.
- Eh.. hola, si.. si lo sé - le respondo un poco nerviosa y tartamudeando al hacerlo. Aclaro mi garganta un poco. - soy, Maxi.