Me aparta gentilmente y se levanta tomando un bola de lodo y lanzandola directamente a mi estómago. Bajo la mirada a dicho sitio y luego la subo mirándolo sin expresión alguna, luego un pequeña sonrisa juguetona se desprende poco a poco de mis labios.
El me mira divertido con otro bola entre sus manos a la cual le da pequeñas vueltas para darle forma circular, la lanza, pero esta vez si la logro esquivar, me agacho y tomo una para lanzarla.
Y así comenzamos una guerra de lodo en medio de esta tormenta entre risas y comentarios burlones que nos lanzábamos el uno al otro cuando alguno fallaba el tiro.
- ¿Es lo mejor que tienes, lento? - me burlo de él con una sonrisa.
- Ya verás, Maximal .
Corre hacia mí y me tumba de espalda contra el suelo, posicionándose en mi estómago así como hice yo hace algunos minuto.