Un chip; mis dedos viajan sobre la cicatriz en mi muñeca, el sabe donde estamos... sabe lo que hacemos cada día, a cada hora. Y si esta cerca en este momento, recorrí con la mirada cada persona que se encuentra en el café, se que es un hombre de un metro setenta, mas hay muchos con esa estatura.
- Mick - doy un pequeño salto en mi silla, giro mi cabeza como un reflejo y veo a Martín a mi lado - tranquila, solo soy yo
- estaba distraída
- si, eso lo note... y Nat
- con Sandra - señaló la barra en la cual se encuentran charlando - no hay muchos clientes
- Me contó lo que sucedió, que piensan hacer.?
Martín esta enterado de todo, de nuestros padres; de lo que pretendemos hacer...
- No lo se, todo esta confuso... - coloco las pulseras en mi muñeca - tu que sabes de esto, como funcionan... hay alguna forma de dar con el que los inyecto ?
- dentro de tu piel, no hay mucho que hacer; en cambio si los extraen podemos investigar con quien los vende, deben tener un registro de quien los compra; es algo que no se lo venden a cualquiera
- entonces hay que sacarlos, mañana iremos con el doctor... quieres tomar algo ?
- lo de siempre, gracias Mick
Entro al otro lado de la barra y preparo la bebida de Martín, mientras que el se dirige hasta donde esta Nat; ella no ha cambiado su estado de animo, le informe lo del señor Manson, no dijo nada así que decidí guardar silencio y pensar; Martín logro sacarle una sonrisa mientras conversábamos, no se como lo hace, quizás sean los gestos de su cara, o tiene un don especial.
- Por que no le llaman ?
- tu que dices... - veo a mi amiga
- si, quiero escuchar una historia más de mis padres
La campanilla de la puerta se escucha sonar y mi mirada viaja hasta el chico alto que tanto me gusta, aun no lo acepto pero a mi misma no me puedo mentir, no quiero que se aleje de mi o me rechace al saber mi verdadera historia, lo que soy y el odio que consume mi vida.
- Hola chicas, Martín.. - su sonrisa me hace olvidar por un momento la realidad
Ellos chocan sus manos en el típico saludo masculino
- Edwart, otra vez por aquí... que extraño cierto Mick - comenta Nataly
- Hola Ed
- vengo a invitarte a salir
- creo que Sandra me llama, Martín ven - lo tomó del brazo y se lo llevo como un niño regañado
- y no acepto un no por respuesta - tomo mi mano y no pude evitar sonreír
- no... - su rostro palideció - mejor invitame un café
- eres tan rara - se acerco un poco a la distancia de mi rostro - y eso es lo que me gusta
Las horas transcurrieron muy de prisa, Martín se marcho; Nataly y Sandra, continuaron con el trabajo; Edwart sentado enfrente de mi haciéndome sonreír con cada mirada, esos ojos color miel de los cuales trato de escapar, sin embargo es imposible; termino perdiéndome en ellos, y por mas que evite enamorarme creo que el se ha metido en cada rincón de mi corazón.
- te gusta el café ?
- si, me encanta... es una manera de recordar a mamá
- no hablan muy seguido
- no, digo si... pero no es igual
- porque no te llevaron con ellos - con el café entre mis manos tomo casi todo lo que queda de el
- esta linda tu pulsera - comienzo a jugar con ella
- te gusta?
- si
Se la quito y tomo mi muñeca, trato de quitar la pulsera que reside ahí; aparte mi mano con pánico al no querer que descubra mis cicatrices y comience a preguntar algo que no puedo responder.
- no me las quito nunca
El sonrió y volvió a tomar mi mano, la abrocho arriba de esta, es diferente, color azul, y se ve muy linda. Una nueva compañera.
- asi, cuando la veas sentiras que estoy contigo
- Gracias
El día termino mejor de lo que pude esperar, mañana sera distinto...