Sabíamos que no sería fácil, han pasado tres años desde ese día, sabíamos que encontrarlo sería casi imposible y aún así decidimos escapar e intentarlo. El no tener ni una sola pista nos hace estar buscando nada, caminar sin saber a donde ir.
No he mencionado palabra a partir del momneto en que entramos a la clinica, horas despues por fin termino; un bisturí y pinzas fue lo unico que vi en el momento en que comenzo conmigo, cerre los ojos y así me mantuve en el tiempo que tardo, la anestecia me impidió sentir dolor, hasta hace unos cuantos minutos comence a mover mis dedos.
El doctor se sienta frente a nosotras, y no me gusta la manera en que nos ve.
— Aqui estan — nos entrego una caja
— Gracias — Nat, es la primera en salir
No senti la necesidad de agradecer, la primera de mis reglas es «no confiar en nadie»
Fuera de las puertas de aquel lugar, Nat me detuvo; la caja en su mano izquierda y la otra bendada, esa simple imagen me hace sentir como la peor de las amigas, prometí que nos cuidariamos, que ya no nos lastimarian, en cambio lo unico que hemos hecho es seguir sufriendo.
— ¿ adonde vamos ?
— buscaremos a quien los fabrica
— ¿ Y como piensas dar con el ?, ni si quiera sabemos si los fabrican aquí..
— pues buscaremos
— no tiene sentido — revaso mi pasó y se detubo al llegar a un basurero.
Se paro frente a este, corri al percatarme de sus intenciones... me exalte y sin darme cuenta le arrebate la caja de la mano.
— tenemos una pista y no la dejare ir..
— Mickeyla, no se si quiero seguir...
— estas jugando, mato a tus papas, te enviaron a un orfanato.. y dices que no quieres encontrarlo
— No.. no estoy jugando, se que mamá no querría esto
— ¡ tu mamá esta muerta ! igual que la mía... ¿entiendes lo que es?, no la volveras a ver
— lo se... no tienes que ser tan dura
Me di cuenta que mi voz era otra, más dura, y estaba lastimandola con mis palabras, la rabia me invadio por un momento y perdi el control. Nataly estaba asustada, y sus ojos con lagrimas en ellos, no debi decir eso, solo queria que entendiera lo importante de estar unidas.
— disculpame, no quise
— esta bien, pero entiende que si damos con él nos puede hacer más daño
— eso tiene solución
— ¿ que quieres decir ?
— tu sigueme
— Mick, otra locura no..
— tranquila, no es una locura — entrelace nuestros brazos y comenzamos a caminar
— ¿ y los chips ?
— que Martín se encargué
Caminamos hasta encontrar el lugar al que necesitaba llegar, Nat me hizo ver que no podemos enfrentarnos de la misma forma a él, sería permitirle que termine con lo que un día comenzó, se que faltan muchas pistas, respuestas y lugares donde buscarlo, por eso, el tiempo que nos tardemos, me encargare de que las dos estemos listas.
— ¡ Artes Marciales ! ¿ Esto para qué ?
— tienes razón, sí encontramos al asesino y no sabemos defendernos sería permitirle hacernos daño, así que, vamos a aprender..
Al entrar encontre un mundo distinto, hay muchos chicos lanzando patadas, con sus respectivos uniformes sobre unas colchonetas ubicadas estrategicamente, algunas chicas en ropa deportiva; un chico se nos acercó a darnos la bienvenida, nos dio la información necesaria para recibir las clases y al final nos hizo llenar un formulario con todos nuestros datos, la primera parte esta lista; dentro de poco seremos muy difícil de lastimar.
Regresamos al café minutos después, nos dieron el día por petición de la oficial Dona, mas decidimos venir a tomar algo y así ver a Martín.
— tu sabes mucho más que mosotras sobre esto
— hare lo que pueda...¿ llamaron al señor Manson ?
— no hemos tenido tiempo
— llamen ahora
Nataly tomo su celular y marco el número, su voz se escucha al segundo intento; mi amiga se tensa, la anticipación de escuchar que tiene por decir la domina.
— señor Brandon, soy Nataly
Un silencio sigue e intercambiamos miradas.
— que gusto escucharte, tengo tantas cosas por contarles
— Mickeyla ya me conto, usted era amigo de mis padres
— si, es una pena que no me recuerden, ustedes solian jugar conmigo cuando las visitaba... claro solo tenian cinco años
— lo siento
— no te disculpes, no es culpa suya
— podríamos vernos y hablar — interrumpo motivada por la impaciencia
— las vere en una hora en el café, hay algo que debo darles
— ¿ el que ? — Nat esta más tranquila
— nos vemos... — no respondio y simplemente colgo
Martín sonrio, se enfoco en su celular diciendo que comenzaria a buscar datos o un indicio con respecto a los chips.
La campanilla de la puerta se escucho sonar, mas esta ves no miere hacia ella, era momento de descansar; una rosa apareció frente a mí, y escuche su voz hablandome, Edwart estaba ahí haciendo mis dias menos dificiles, sacandome una sonrisa sin importar las adversidades.
— tu favorita...