Cuenta Pendiente

Capítulo IX «Está Aquí»

Una tarde lluviosa sería en mi vida, motivo de tristeza, nostalgia, y de traer a mi memoria recuerdos felices que al final me harían sentir incontrolables ganas de llorar y desahogarme sintiendo rodar las lágrimas por mi rostro, siguiendo el ritmo de las gotas de agua en los barrotes del portón; esto no significa que no sienta todas esas emociones, de hecho se encuentra ahora mismo en mi pecho al escuchar como choca el agua con fuerza contra el suelo, la excepción es él chico junto a mí, él que me rodea con sus brazos brindando calor y protección, su simple compañía hace amena una tarde de lluvia.

El olor a tierra mojada siempre me agradó y esta vez, por primera vez en muchos años disfrute aquel aroma, cerré los ojos y abracé con fuerza sus brazos en mi cintura.

— ¿Quieres que veamos una película? — preguntó 

— menos de terror 

— está bien... miedosa — dejo un beso en mi mejilla y se levanto

El celular de Nataly descansaba sobre la mesa, mientras él buscaba que película ver, esté timbro y se escuchó la voz de Nat desde la otra habitación pidiéndome que respondiera, me levanté muy poco del sillón para alcanzarlo, la manta que cubría mis piernas cayo al suelo y mi respiración se detuvo mientras miraba en la pantalla del móvil el número que ha estado atormentado mis sueños, Edwart se levantó del suelo y se sentó en su lugar; oculte el celular entre mis piernas, pero este no dejaba de sonar.

— Nat te dijo que respondieras — miró en dirección al celular

— es Martín, ya se cansara — le quite importancia y me acomode sobre su pecho

La película comenzó y la lluvia caía con más fuerza, no podía escuchar los diálogos de los actores, mas no era solamente la lluvia, sino la llamada que hacía eco en mi cabeza queriendo averiguar que tenía por decir, que seguía ahora, después de tres días de hallar el hueso que cuelga en la pared junto a las demás pistas, viene y llama precisamente hoy y en el momento en que estoy con Edwart.

El celular volvió a timbrar, está vez era un mensaje de texto precisamente del mismo remitente; Edwart veía la pantalla con su barbilla apoyada en mi cuello, saqué el celular de su escondite y leí lo más rápido posible el contenido del mensaje.

Me levante de un impulso, camine hasta la puerta y mire hacia la calle completamente mojada, ahí no había nadie, ni un solo coche, nada; creí estar comportándome como una loca, sin embargo el mensaje hablaba entre líneas, me decía que él estaba cerca, si no era así, como se explican sus palabras: «deberías haber contestado Mickeyla, tu novio se dará cuenta más pronto de lo que imaginas, así que disfruta este momento en sus brazos» .

— Mick... Mick, ¿Que sucede? 

— nada, sólo creí escuchar algo

Regresé junto a él, mi cuerpo se encontraba aquí, pero mis pensamientos estaban muy lejos, creyendo poder llegar a encontrarlo con sólo pensar, cosa que no es así.

— ¿Veremos la segunda parte..? — él hablo cerca de mi oído 

— ¿Qué..? 

Me miró sospechando algo — ¿Quien murió...?

— he... La chica verde...

Se alejó un poco de mí, mirando directamente mis ojos — no... Groot, él murió... ¿En que tanto piensas, te aburriste?

— nada en especial...

— cuándo... cuándo me contarás eso que tanto te preocupa... 

No contesté nada, deposite un beso en sus labios y di play a la película.

Mágicamente cuando la película acabo también paró de llover, era momento de que él se marchará, y yo no tenía la fuerza para dejarlo ir, no teniendo todos estos malos presentimientos en mi pecho; tome sus manos entre las mías y lo abracé más a mí, queriendo ser uno solo con él, no separarnos nunca y olvidar cada herida de mi piel, de mi corazón.

— odio cuando tienes que irte — dije en un susurró

Nat salió de la cocina con un tazón lleno de palomitas, una sonrisa en sus labios y sus pantuflas, se acomodo en el mueble frente a nosotros y prestó atención al televisor.

Edward pasó su mano por mi cabello — lo se... yo también lo odio

Se despidió de mi, de Nat y lo vi caminar por la calle hasta que se perdió en la lejanía, la noche estaba llegando y con ella el manto negro comenzaba a volver la calle tenebrosa, un aire movió mi cabello y a lo lejos divise una figura masculina al lado del poste de luz, observaba directamente hacia mí, entré de inmediato a la casa.

— ¿Nat? — llame buscando con la mirada 

— voy — salio de la cocina con un baso el cual expulsaba vapor

— volvió a llamar — hable mientras tomaba asiento — no respondí, a los minutos escribió un mensaje — le mostré su contenido — y ahora está un hombre parado observando la casa allá afuera 

— ¿no es algún vecino?



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En el texto hay: amorjuvenil, venganza y mentiras, amistadincondicional

Editado: 12.06.2018

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