Volar… la mejor sensación que he tenido, el viento y la corriente me hace volar más alto, cada vez más alto, sentir como fluye el aire y como cada parte de mí se apodera y se siente muy capaz de vivir más, me regocijo ante la alegría de estar tan alto, lograr estar en este punto y ver el suelo más lejos para vislumbrar una imagen llena de mucho color.
De pronto, el cielo cambia de color y poco a poco voy cayendo, la corriente de viento se ha disminuido y en vez de tener más cercas las nubes las veo más lejos de mi cuerpo, sigo cayendo, vuelvo a caer y tengo un mal presentimiento de caer, significaría mi muerte y apenas soy joven, comencé a vivir hace unos pocos segundos y no duro nada mi vida, todo se vuelve más oscuro y me siento más triste no podré volar más lugares si no morir…
El viento se detiene y caigo, decrece mi alegría y aumenta la tristeza, cuando veo más cerca el suelo, siento en que momento recibiré tal impacto entonces una brisa pequeña me lleva a otro lugar, lleno de mucho pasto, mi aterrizaje es más cómodo de lo esperado, pero no ignoro que en mi espada siento mucho frío, me volteo y miro una lápida de cemente, debajo de mí hay unas rosas ya muertas.
«Ahora si moriré» pienso y me aflijo
Observo que hay personas llorando, abrazados, otros observan la lapida con miradas profundas y oscuras y las rosas que están debajo son rojas y blancas. Pobre de estas rosas, no demoro en ser una rosa como ellas, frías y quietas, degradándose poco a poco hasta morir.
Me voy caminando porque una gota cae y si miedo a morir tengo, no quiero hacerlo ahogada, entonces trato de correr e intentar no morir aplastada por un par de zapatos, ya que algunos de las personas se van o abren una sombrilla para cubrirse de la lluvia. Veo dos ramas con 4 hojas, decido apoyar mi mano en la rama y quedarme hasta morir o que se vaya la lluvia, lo que consigo es una respuesta de parte de el arbolito.
- ¿Por qué lloras? —me preguntan
- ¿Quién habla?
- Soy el arbolito con dos ramas y unas hojitas —ya sabiendo quien es, me alejo
- Lloro porque voy a morir, ya no vuelo, estoy en el suelo, moriré pronto y hace poco nací
- No morirás, ves las rosas que están junto a la lápida, ellas ya se despidieron y se desprendieron dejando más partes de ellas viviendo y volando por el mundo. Tú mueres en el momento en que hayas encontrado la tierra o te hayas cansado de vivir y para ese entonces, te quedarás plantada, lista para morir
- O sea hasta que encuentre ese lugar ¿moriré? —preguntó
- Si, sobre todo porque tu comienzas a dejar parte de ti por el resto del mundo donde tendrás más vida de la que imaginas
Lo que dice me regocija de nuevo y comienzo a ver como se aclara un poco el cielo, sobre todo porque la lluvia se esparce y el sol sale. Le agradezco al arbolito por ayudarme y subir mi humor, sin duda fue y es mi mejor amigo, vuelve el aire y me voy…viviendo y volando muy alto.
Nota de autora: por fin hoy desperté sin tanto bloqueo, me tendré que alejar de escribir libros, lograré escribir cuentos o escrito así hasta recobrar mi facilidad en escritura. Gracias a mis lectores, disfruten de este corto escrito con amor.
Besos desde Colombia