Había una vez, un ratón que andaba por varias casas. En una de ellas, al entrar, se encontró a muchos gatitos que se pusieron a jugar con él; se divirtió tanto que decidió frecuentar el lugar.
En cierta ocasión encontró a muchos gatos grandes, y éstos en lugar de jugar se lo querían comer, pero no pudieron porque él se escondió.
En ese lugar encontró una zalea de gato con la cual se disfrazó, y cuando los volvió a encontrar le dijeron:
-Te invitamos a cazar un ratón que anda escondido por estos lugares.
Y él le contestó:
-Sí, vamos.
Los gatos caminaron adelante, se fueron por el vecindario y al llegar a un río, cuando se disponían a cruzarlo sobre un improvisado puente de madera, mañosamente, el ratón disfrazado les propuso que ellos pasaran primero.
Cuando los gatos iban a la mitad del puente él volteó el tronco y, los gatos cayeron al agua y se los llevó la corriente. Así, el ratoncito se quedó sólo, y regresó a la casa a seguir jugando y comiendo