EL Coco

Este es un cuento para dormir.

Cuando mis papas por alguna razón nos llevaban a dormir a casa de los abuelos.

No recuerdo la razón, pero de vez en cuando lo hacían.

A la hora de acostarnos a mis hermanos y a mi, también a uno que otro primo que estuviera ahí.

Nos contaban la historia del coco para hacernos dormir, a veces a la fuerza.

Recuerdo a mi abuela dándonos golpecitos en la espalda y contándonos aqueña inolvidable canción de cuna.

" Duérmete mi niño, duérmete ya, que si no viene el coco y te llevará "

La leyenda del coco va asi: 

El Coco es un monstruo en las sombras el cual se come a los niños desobedientes. 

Este monstruo se esconde debajo de las camas y en los armarios de los niños saliendo por las noches a asustar y a espantar, a los niños que se resisten a dormir, comer o alejarse de lugares peligrosos.

O sea niños desobedientes o niños rebeldes.

Cuando un niño no quiere ir a la cama, su abuela le canta la tan famosa canción de cuna.

Es un cuento de terror que los padres y los abuelos dicen a sus niños. 

Estos niños por lo general van de uno a cuatro años ya que los pequeños van creciendo y van perdiendo el miedo al Coco.

Nunca he entendido por qué una canción y un monstruo tan terrible y aterrador van a hacer que un niño se duerma.

Es una tradición contada de generación en generación.

Con orígenes desconocidos, la leyenda del Coco lleva asustando a los niños y niñas desde hace cientos de años. 

La fecha más antigua donde se registra es en el Cancionero de Antón Montoro de 1445.

Hemos llegado a una época donde la información está disponible de forma diferente. Móvil, tablet, etc.

Tal vez por eso algunas tradiciones, leyendas o cuentos van poco a poco tendiendo a desaparecer.

Ademas las formas de enseñanza, los cambios en los métodos de crianza.

El aumento de la sensibilidad de parte de los padres a la hora de transmitir miedo a sus hijos, hace que estos cuentos como el Coco u otros similares dejen de utilizarse a la hora de acunar a los más pequeños.

Las leyendas e historias se van perdiendo, muchas por desinterés hoy en día algunos padres ya no se preocupan por acunar a sus hijos al llevarlos a dormir.

Gracias amigos lectores. 

Los espero en mi siguiente capitulo. 

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