Cuentos cortos del abuelo

El dueño del monte

Contaba mi abuelo que el Dueño del Monte, también era llamado Viejo del Monte.

Es un personaje de leyenda conocido por todos y es parte del folclor de Costa Rica, 

Se trata de un fantasma que vaga por las montañas, bosques y potreros despoblados.

Protegiendo a los animales indefensos y castigando a los cazadores.

Lanzando grandes alaridos que hielan la sangre.

Los cuales pueden ser escuchados desde mucha distancia.

Es un fantasma para alejar a los pequeños y a los jóvenes  de las cacerías y a respetar la fauna y flora. 

Y mantener el equilibrio.

En algunas historias el Viejo del Monte es descrito como un gigante de alta talla, corpulento, cubierto de pelo largo de pies a cabeza, el cual enseña a través del pelo un solo ojo grande, redondo y brillante, similar a los cíclopes. 

En la región de Guanacaste, Costa Rica, sobre todo en Nicoya.

Se le describe también con la forma de un sabanero monstruoso, con largas barbas y cabello espeso y enredado, de apariencia estrambótica, que se aparece por los potreros, montado a caballo, espantando a los cazadores.

Se dice que es el alma en pena de un cazador en Guanacaste sodre todo Nicoya.

Cuya única pasión era matar animales de forma insaciable y estúpida cruel e inhumana. 

En castigo por sus pecados, luego de morir fue devuelto al mundo en forma de este ser.

Con la misión de defender a los animales de la montaña de otros cazadores como él.

Por lo que la leyenda tiene un trasfondo ecológico.

El Dueño del Monte espanta con grandes alaridos que conmueven la montaña y con su enorme y agresiva presencia que hace huir a los cazadores furtivos que pernoctan en las montañas. 

Se cuenta que el Dueño del Monte puede llamar y controlar a los animales e incluso hacerlos cambiar de forma.

Transformando a indefensos ciervos en fieros tigres, además de tener otros poderes para controlar las fuerzas naturales como la lluvia y el viento.

Aquí nos enseñan respeto hacia la vida, animal o humana todos tenemos derecho de vivir.

Y o proteger a otros seres vivos, en este caso los animales que no se protegen por sí mismos. Es nuestro deber cívico y moral protegerlos y velar por su bienestar.

 

 

 

BELLOS LECTORES.

ESTA ES OTRA HISTIRIA DEL FOLKLORE 

COSTARRICENSE.

LES COMPORTO ESTE PRECIOSO CAPÍTULO.

NOS VEMOS EN LA PRÓXIMA.

CON UN GRAN MARATON DE DOS HISTORIAS. 

SIGEME EN MI PERFIL.

GRACIAS. POR APOYAR.

 

 




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