Cuentos cortos para el café

El hombre cambia cuerpos

Dave era un hombre que tenía la habilidad de cambiar de cuerpo con otra persona.

Desde que descubrió su habilidad, a la edad de 8 años, había cambiado de cuerpo con más de cien personas y viajó por diferentes países. Era tan así que ya no podía recordar como se veía su cuerpo real.

Sin embargo sí que podía recordar algo muy bien, él tenía una novia un tiempo atrás con la que había compartido varios años de su vida, pero que tras ella descubrir su secreto, tuvo miedo y huyó cambiando de cuerpo con más personas.

Tras un tiempo quiso ir a visitarla, pero debido a unos eventos tuvo que cambiar de cuerpo para sobrevivir. 

Entró al cuerpo de un hijo de una familia muy numerosa que vivía en una casa de 3 niveles. Así Dave cambió de cuerpo entre los hermanos, lo que los hizo desorientarse entre sí y tras un forcejeo se cayó por las escaleras.

Dave casi murió en el cuerpo del hermano herido, estaba siendo atendido por varias personas hasta que el padre de la familia se asomó. Lo que hizo que él cambie de cuerpo con el papá, que era un hombre moreno, gordo y calvo. No era el cuerpo joven que quería, pero le podría servir.

Su mujer le mandó a buscar ayuda para su hijo, que ahora tenía la mente del padre y estaba muriendo. Otro señor lo acompañó en la salida, pero al salir, él no se dirigió a donde el acompañante le decía, sino que se fue corriendo y se apartó del lugar.

Más tarde, llegó donde una mansión blanca con techo gris oscuro, con varios pinos altos, muchas flores y un jardín bastante espacioso. La mansión estaba ubicada en una esquina y aunque estaba pintada de otro color y los pinos habían crecido mucho, era la misma mansión que Dave recordaba.

Él, siendo habilidoso abrió una verja que estaba en el costado de la mansión e hizo el intento de entrar a los jardines, pero sintió un jalón hacia atrás. Era un hombre diciéndole que no entre a la propiedad de la señora, que ella era muy amable con los vecinos. Entonces él le preguntó acerca de ella y el hombre le contestó que había estado viviendo sola en esa mansión por 40 años.

Unos días más tarde, el hombre se consiguió alquilada la casa que le quedaba al lado de la mansión con el dinero de la familia numerosa, se instaló y esperó a llegar la noche, entonces se voló hacia los jardines y comenzó a ver hacia dentro. Divisó la gran sala con todos los muebles y las lámparas de techo lujosas que tenía, recorrió entre las ventanas y llegó al área de la cocina, la cual se veía pequeña, pero más bien era estrecha de un lado y larga del otro, lo que daba espacio para guardar todos los utensilios. La cocina estaba llena de frutas, vegetales e ingredientes para hacer panes y demás platos deliciosos. Él recordó que la mujer a la que una vez amó también cocinaba platos deliciosos y postres como los que estaba viendo desde la ventana.

En un momento se percató de un movimiento dentro de la mansión y se ocultó entre las flores, luego volvió a ver y divisó la figura de una mujer aparecer en la cocina. Estaba soñando, o al menos eso creía, era la misma muchacha que una vez era su novia, ¡tenía su cara! Pero, algo desalentador había pasado, su rostro tenía arrugas, se movía lenta y parecía como una anciana, pues tenía canas en el cabello, aunque aún poseía pequeñas partes del cabello negro como los días de su juventud.

Unas lágrimas salieron de Dave, era verdad que algunos años habían transcurrido, pero el muchacho jamás había pensado que eran tantos, pues él siempre que pasaba a ser un adulto, se cambiaba de cuerpo hacia un adolescente, haciendo que siempre se vea joven, por lo que su percepción del tiempo estaba tergiversado.

Al otro día, la mujer salió de la mansión a echarle agua a todas las flores. Estaba muy distraída en sus labores cuando se sorprendió al ver la silueta de un hombre encima de la casa de al lado. Este estaba observándola directamente. La mujer se asustó un poco, pero luego lo saludó, a lo que él hizo una mueca de saludo también.

Comenzaron a hablar, a contarse cuentos y chistes. Dave se sintió bien por primera vez en mucho tiempo, porque la mujer que una vez amó aún estaba ahí, a pesar de su apariencia en decadencia, era la misma de antes.

Pero después de un rato, el hombre se despidió de la mujer y salió de la casa, se prometió a si mismo que guardaría ese recuerdo para siempre, que continuaría con su vida cambiando de cuerpos y de rostros hasta encontrar un nuevo amor como el que una vez lo fue ella. Pero, mientras caminaba, un grito lo sacó de sus pensamientos.

Al mirar atrás, se horrorizó por lo que veía: la mujer de sus sueños había sido atropellada por un vehículo.

Fue y le agarró la mano diciéndole tonta, gritándole y quejándose de que ella no debía perseguirle. El hombre estaba llorando y quejándose mucho cuando un toque en su mejilla le hizo callar. La mujer, con una sonrisa le dijo:

—¿Eres Dave, mi amigo de la infancia, verdad?

Esas fueron las últimas palabras de Esperanza. Y también fueron las últimas palabras de Dave.

La mujer se sintió muy rara de un momento a otro, pues se estaba viendo a sí misma muerta y tirada en la calle. Luego vio sus manos y se percató de su gordura. Esperanza se había transformado en el hombre moreno, mientras que Dave, al parecer, había muerto en el cuerpo de ella.



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En el texto hay: cuento corto, drama, relatocorto

Editado: 02.12.2022

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