Cuentos cortos para una noche larga

Ayúdame a llegar a casa.

Era una buena idea, ir a pasar una noche a el bosque, acampar, tener una buena charla a la luz de una buena fogata. Mis amigos y yo teníamos más de dos años planeando ir a pasar unos días en unas cabañas en el bosque, salir a hacer senderismo, conectar con la naturaleza. Y todo marchaba bien, era el pla perfecto hasta que pasamos la primer noche ahí. 

Éramos 6 personas en una cabaña de 3 habitaciones, una cabaña amplia y acojedora, la primer noche nos sentamos a ver películas en la enorme pantalla de la sala afuera estaba lloviendo mucho y el clima estaba perfecto para la ocasión, todo estaba siendo tan normal pero tocaron la puerta con mucha insistencia, fuimos a ver quien era y era una chica estaba empapada por la lluvia, sus zapatos estaban llenos de lodo, nos pidió un teléfono para comunicarse con su familia, nadie teníamos señal de celular y para hacer llamadas teníamos que ir a la caseta de entrada de las cabañas, así que le prestamos ropa seca y le ofrecimos un café caliente,  todos estábamos asustados de donde había salido y que le pasaba por que estaba tan alterada,  yo siempre note algo raro en ella, sus modos eran extraños. Su cara parecía esquelética cuando por fin habló solo dijo "Ayúdame a llegar a casa". 

Todos nos miramos y le preguntamos ¿Dónde vives? Y repitió lo mismo una y otra y otra vez, prefirimos dejarla sola y esperar a que se tranquilizarla y a que a la mañana siguiente la pudiéramos ayudar. Pero en unos instantes ya no estaba.. Ni siquiera había señales de que se fue, de que haya estado ahí.. Simplemente se fue. Todos regresamos a casa y de ese evento nadie habló. Pero la vi parada en mi casa justo en la puerta con su ropa empapada y con lodo en sus zapatos, —Ayúdame a ir a casa— dijo y abrió su boca tan grande de manera que no es posible abrirla y emitió un grito que me ensordeció, me desmaye cuando desperté estaba en la puerta de mi casa, y ahí empezó mi calvario, esa mujer se me aparecía en sueños en mi casa en todos lados no podía separarme de ella por más que le decía ¿quien eres? ¿a donde quieres ir? solo decía ayúdame a ir a casa, esa cosa me siguió por años y cada ves sus encuentros eran más cerca casi podía tocar su rostro, su rostro esquelético con esa piel escamosa podía casi oler su ropa húmeda. Siempre asechandome, la policía tocó a mi puerta una noche, por el accidente que hubo en la carretera cuando iba hacia las cabañas con la lluvia tan fuerte, vi un auto con las luces intermitentes prendidas pero no vi quien pedía ayuda, pero no note el golpe en mi defensa, no supe que... Esa chica estaba pidiendo ayuda y yo la atropelle.  La puedo ver todas las noches pidiendo ayuda a mi puerta, la escucho llorar, y sus zapatos con lodo dejan sus huellas por mi casa, era una buena idea ir al bosque pasar unas agradables vacaciones ahora no se como ayudarla a ir a casa.



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En el texto hay: leyendas, suspenso, terror

Editado: 29.10.2022

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