Cuentos cortos para viajes largos

Paciencia

535 palabras

El padre tiempo descansaba mientras veía a los humanos disfrutar de lo que él les había regalado.

Ya nada lo emocionaba.

Él conocía lo que fue, es y será, por eso tenía una cara larga cada que observaba su reloj.

Contaba los segundos con gran paciencia y a veces jugaba con las manijas obligando a la tierra tener un horario de verano.

Se sentaba a conversar con el sol todos los días para recordarle que en cinco millones de años morirá y se llevará todo lo que existe en su sistema,

Que después de que el frío consuma lo poco que queda del recuerdo de lo que alguna vez fueron los planetas, el padre tiempo seguiría ahí, esperando.

El padre tiempo sabía que no había un final, que la materia solo se transforma y lo que algún día fue, hoy no es y que mañana tampoco será.

El padre tiempo veía su calendario y se preguntaba por qué nunca nadie celebra sus cumpleaños, por qué todos los que se sientan a conversar con él son tan aburridos, por qué conocer el final de los tiempos hacía todo tan vacío.

Inmerso en sus pensamientos, con lágrimas manchando su traje, alguien se acercó a su guarida.

Entró como si fuera su casa y se sentó en el mueble más cómodo, prendió la tele y vio que la casa estaba decorada con calendarios, relojes e imágenes de todo lo que gira alrededor del sol.

Se percató que no era su hogar y se sonrojó sin poder decir nada.

Padre tiempo no comprendía lo que ocurría, pero estaba feliz, por primera vez no había previsto que algo así pasaría y fue tan intempestivo que hasta lo dejó pasmado.

Luego de invitarle un café con minutos extra, le preguntó quién era.

Soy insegura, digo Inseguridad, no sé qué hago acá, la verdad.

Después de ese día, el padre tiempo invitaba a Inseguridad a cada momento.

Le gustaba tanto ver que el futuro respecto a ella cambiaba constantemente que dejó de prestarle atención al tiempo y se dejó llevar por los segundos de éxtasis a su lado.

Inseguridad casi siempre llegaba con un problema nuevo al que siempre le faltaba tiempo para resolverlo y, padre tiempo, siempre les daba segundos extras a los minutos, haciendo que las horas pasen más lentas para que Inseguridad tuviera el tiempo de ver a padre tiempo.

Padre tiempo sabía que Inseguridad moriría antes que él,

Pero no le importaba.

Solo le importaba que, dentro de la desesperación de estar tan inseguro sobre lo que va a ocurrir, la emoción lo inundara.

Al padre tiempo le cansaba esperar que Inseguridad se decidiera que color de vestido ponerse, pero le gustaba tener algo que esperar.

Quizá el padre tiempo se llegó a enamorar y por eso hizo que las horas sean tan lentas cuando esta con Inseguridad y que pasen más rápido cuando está sin ella,

No obstante, cuando Inseguridad desapareció del universo, el padre tiempo se dio cuenta de que no invirtió bien su tiempo.

Cuando conversé con él me contó que hizo las cosas al revés y que es por eso por lo que no se equivoca con los humanos esta vez.

Es en memoria de Inseguridad que el tiempo es más lento cuando esperamos, porque solo así valoramos que el tiempo sea tan rápido cuando lo disfrutamos.



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En el texto hay: cuentos cortos, cuentos variados

Editado: 14.08.2021

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