Mi lugar en el mundo

Hay momentos en la vida en la que no encontremos nuestro lugar. El mundo se nos hace ajeno, se nos hace indiferente; pero ademas de eso, nos dejamos llevar por personas que nos dicen que no somos indispensable, es más, nos tildan de prescindible. Yo tengo una lucha interna por convencerme qué sí tengo importancia, que para alguien, por lo menos, soy indispensable. Esa es la manera en la que trato afrontar las realidades que me presenta el mundo; sin embargo, en muchas ocasiones me acompaña el sentimiento que mi lugar no esta, que estoy fuera de sitio. Eso me hace acordar de mi amigo Alfonso, a quien todos veíamos como exitoso; pero quien realmente no se sentía así. Ahora que trato de analizar sus últimos días, creo que fue una víctima de la vida actual, en la que toda profesión se convierte en una competencia, en la que toda persona postea su vida para hacer ver que es feliz aunque no lo sea. Alfonso se sentia incomprendido, se creía prescindible; pero la realidad es que su triste y trágica partida, no dejó indiferente a nadie. Su suicidio nos ratificó lo que ya sabiamos, el era una persona valiosa, también nos enseñó que no hay que dejarse llevar por las mascaras qué nos muestran nuestros amigos, detrás de esa máscara de felicidad que nos mostraba Alfonso había una profunda tristeza y un sentimiento de ser un incomprendido